Gemines Consultores asegura que aunque la frustración económica, factor clave en el estallido social de hace más de cuatro años, no muestra mejoras y, por el contrario, hoy está peor. Los problemas en la salud, la vivienda y la educación pública, y una crisis de seguridad pública desbordada son parte de las dificultades que enfrenta la población. A pesar de estas dificultades, la consultora argumenta que la población está “vacunada” contra un nuevo estallido en el corto plazo, gracias a la moderación de la sociedad civil. Sin embargo, advierte sobre la posibilidad de un desapego creciente hacia la política.
Qué observar. A juicio de la Gemines Consultores, que lideran los economistas Tomás Izquierdo y Alejandro Fernández, Chile se enfrenta a un panorama incierto.
- El informe destaca el papel central del bajo crecimiento económico y las frustraciones ciudadanas en el estallido social de hace más de cuatro años.
- Se subraya que, si bien se evitó un quiebre institucional mayor, gracias a la capacidad del mundo político para canalizar el descontento ciudadano a través del espejismo del cambio constitucional, las condiciones actuales no son mejores, sino peores.
- La salud pública, la vivienda y la educación se presentan como los ejes de preocupación, con un sistema de salud enfrentando listas de espera crecientes y un riesgo latente de crisis en el ámbito privado. El acceso a la vivienda se complica, reflejando un creciente déficit, y la educación pública experimenta retrocesos de calidad y cobertura.
- A este panorama se suma una crisis de seguridad pública que desafía los esfuerzos de las autoridades. A ello se suman posibles impactos negativos en el mercado laboral e ingresos reales de las familias debido a factores como la inflación y ajustes económicos.
Sociedad “Vacunada”, pero desapegada: Pero los economistas de Gemines aseguran que estamos lejos de un nuevo estallido social en el país y sugieren que la población ya está “vacunada” a corto plazo, gracias a la moderación de la sociedad civil. Pero advierten sobre un posible desapego hacia la política y el riesgo de apoyar posturas extremas en el futuro.
- En un contexto global de dilemas similares, el informe destaca la importancia de acuerdos políticos equilibrados.
- Se señala la falta de acuerdo en torno a un nuevo marco constitucional y la oportunidad perdida para realizar correcciones en el sistema político-electoral.
- Gemines dice que “fuimos incapaces de ponernos de acuerdo en torno a un nuevo marco constitucional, con dos propuestas que fueron capturadas por los extremos, particularmente la primera, mientras paralelamente los principales problemas de fondo, los reales, los que afectan la calidad de vida de la población, lejos de mejorar han empeorado”.
- Recaer en un nuevo estallido social es muy poco probable, no porque no haya descontento, que lo hay y mucho, sino porque difícilmente dicho descontento podrá ser canalizado hacia la vía violenta y conducido por los sectores que quieren cambiar el sistema y refundarlo todo.
- “Mientras fuimos víctimas de la captura política derivada del voto voluntario, donde los grupos más politizados, ideologizados y extremos llenaban el debate político del país, se generaba una doble sensación de polarización ideológica y total desconexión de la política con las reales demanda de la población. El voto obligatorio ha develado, con el rechazo de dos proyectos constitucionales partisanos, que el grueso de la población no concurre ni a la ideologización ni a las posturas extremas”, dice el informe.
Lo positivo: la macro. La consultora destaca, respecto a otros países latinoamericanos y de economías emergentes en general, a que la “performance” en materia macro es destacable. “Por sobre ciertas desprolijidades en materia fiscal y monetaria, lo cierto es que, una vez más, hemos sido capaces de estabilizar la economía y traerla de nuevo hacia los indispensables equilibrios macroeconómicos”, dice.
- La inflación se encuentra dentro del rango meta, logrando este objetivo con antelación a la mayoría de las economías que sufrieron desbordes inflacionarios como consecuencia de la pandemia y de las respuestas de incremento de gasto de ella derivadas.
- En lo fiscal, aunque se ha retrocedido en relación a las últimas décadas, existe un “estado de salud razonable” en comparación a nivel global. De hecho, “aunque con proyecciones inciertas”, la deuda pública es aún bastante contenida como porcentaje del PIB, cuestión que se pone en una posición destacable ya no sólo en la región sino, también, frente a la mayoría de las economías desarrolladas.
- Agrega que tener un Banco Central independiente y una política fiscal responsable son tremendos activos institucionales, que deben ser destacados como elementos positivos que nos distinguen.
Un gobierno de “administración”. Para Gemines lo que reste al actual gobierno será más bien “de administración”, y dice que es difícil que avance en los grandes temas pendientes. “Reforma previsional, Pacto Fiscal o una solución más de fondos a los problemas de salud, educación o vivienda, no tienen alta probabilidad de ocurrencia”, sostiene.
- Por el contrario, asegura que avanzar en la línea adecuada en el ámbito de ordenar la regulación ambiental restándole discrecionalidad, y en acotar y hacer más eficiente la llamada permisología, podría estar dentro de los logros de lo que resta del gobierno.
- Avanzando en una agenda legislativa que facilite los instrumentos para combatir la crisis de seguridad, también debería entregar algunos resultados positivos hacia delante.
- Desde el punto de vista político, a su juicio, lo más probable es que el péndulo vuelva hacia la derecha, ayudado particularmente porque en materia de seguridad los avances, de existir, serán muy insuficientes.
- Advierte que emerjan liderazgos suficientemente fuertes y de mirada larga que permitan sacar adelante reformas claves para enmendar el sistema político electoral, o provocar un proceso profundo tendiente a la modernización del Estado, son ya desafíos mucho mayores con los cuales se puede soñar, pero con poca probabilidad de ocurrencia.
- Sentencia el informe que el gran activo que es contar con una sociedad civil ponderada que tiende a evitar los extremos, también se puede desgastar. “El que el presidente Bukele, de El Salvador, aparezca como una figura política reconocida y admirada en Chile, es sin duda una señal de alerta. Cuando la política no da el ancho, la tentación populista puede estar a la vuelta de la esquina”, concluyó.
Puede leer el informe aquí:
También puede leer: Los dos flancos de Jeannette Jara: Su difícil momento con el PC y la votación de la Reforma de Pensiones