Ante la realidad práctica de los negocios y relaciones de la empresa, ¿es suficientemente bueno nuestro programa de cumplimiento? Responder esta pregunta que se hacen inversionistas, directores y gerentes en todo el mundo nunca ha sido fácil, por varias razones. Por un lado, el programa de cumplimiento es siempre un traje a la medida; aunque sea de la mejor marca, si no es de la talla adecuada no va a quedar bien. No sirve de mucho copiar programas ajenos o usar modelos genéricos. Por el otro, el test al que será sometido el programa varía de jurisdicción en jurisdicción y evoluciona en el tiempo, junto a la regulación y las demandas de la sociedad, por lo que requiere trabajo continuo.
Hay reguladores y fiscalizadores que ayudan a las empresas con guías y reglas de evaluación claras, mientras que en otros mercados hay apenas algún fallo judicial del que los interesados tratan de extraer pistas. El Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) pertenece al primer grupo y explicita regularmente sus expectativas para que sirvan de guía en el desarrollo de los programas de cumplimiento corporativo. En septiembre de este año, el DOJ publicó una nueva actualización de sus expectativas y un resumen de las acciones recientes que adoptó contra las empresas sancionadas bajo sus normas anticorrupción (FCPA). A partir de ellos, un reciente artículo publicado en el Foro de la Escuela de Derecho de Harvard sobre Gobierno Corporativo propone un listado de los elementos esenciales que debe contener un buen programa de cumplimiento, en tres instancias clave:
Diseño del programa de cumplimiento:
Implementación del programa:
Evaluación del programa:
Cómo lograr un buen programa de cumplimiento depende de cada empresa, de su realidad, medios y liderazgo. Las recomendaciones listadas no son un check-list infalible, pero ofrecen claves importantes para evaluar los programas existentes, y debieran mover a la acción a todos quienes no las ven presentes en las prácticas de sus empresas.
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Héctor Lehuedé, socio de RAZOR Consulting, es abogado de la Universidad de Chile, magíster de la Universidad de Stanford, certificado como director de empresas del IoD de Reino Unido, y está especializado en gobierno corporativo, integridad, sostenibilidad y asuntos financieros.
El IPSA cerró con un alza de 0,95%, alcanzando los 6.639 puntos impulsado por Copec, Falabella y SQM-B. El dólar subió $5, situándose en $977,80, influenciado por amenazas comerciales de Donald Trump y datos económicos de EE.UU.
El gasto en licencias médicas creció un 131% entre 2015 y 2022, alcanzando más del 1% del PIB. El abuso y los problemas de diseño evidencian la urgencia de rediseñar esta prestación clave para nuestra seguridad social.
El S&P 500 alcanzó su récord número 53 del año, subiendo un 0,56% y cerrando noviembre como su mejor mes de 2024 con un alza del 5,74%. En Chile, el IPSA retrocedió un 0,16% y el dólar cayó a $972,75 tras tres sesiones de estabilidad.
Los tiempos corren y no podemos esperar cinco, ocho o diez años para recién contar con la autorización para un proyecto que necesitamos ahora. En palabras de las autoridades canadienses, “la carrera por desarrollar los proyectos, tecnologías e industrias del futuro es hoy.”
El referencial IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago avanzó un 0,12%, alcanzando los 6.587 puntos en una jornada marcada por bajos volúmenes debido al feriado del Día de Acción de Gracias en EE.UU. El dólar cerró sin variaciones, mientras el mercado sigue atento a las políticas del próximo gobierno de Trump.