El enredo político y comunicacional del cambio de gabinete. Por Carlos Correa Bau

En otras administraciones la frase de Boric respecto a que ninguna editorial o medio puede presionarle tendría mucho sentido. Pero en el gobierno actual tienen un problema estructural de comunicaciones, pues se filtra más de la cuenta en off the record con los medios.

El gobierno y las encuestas. Junto con el alza en la medición semanal que hace Cadem, la encuesta Criteria publicada este jueves marca una aprobación del gobierno de un 39%, guarismo superior al resultado del Apruebo, lo que muestra que gracias a los incendios quedó atrás la larga noche posterior a la derrota del 4 de septiembre.

• Este resultado es mejor que todos los números del gobierno de Piñera a partir de febrero de 2019, asunto que también permite al gobierno si quiere hacer alguna maldad comunicacional recordárselo a los partidarios del ex presidente ahora que está en modo despliegue para evitar la captura de la derecha por José Antonio Kast.
• También el presidente se ve fortalecido en lo que fue su aspecto de peor valoración, la capacidad de liderazgo y de enfrentar las crisis. Hay un buen cuidado en su puestas en escena, como la visita a Hacienda o el punto de prensa donde hizo ver sus atribuciones respecto al cambio de gabinete.

El torbellino de filtraciones. Los medios no han cejado en hablar del cambio de gabinete, y pese al buen momento, tiene al gobierno dando explicaciones en vez de estar anunciando buenas noticias. El oasis en esto viene del área económica. Marcel ha estado activo en su despliegue comunicacional, aprovechando las bajas inflacionarias y, sobre el todo, las mejores perspectivas de la situación económica.

• Pero en el resto del gobierno pareciera que cunde el pánico: el ministro de Educación suspende una actividad donde se discutiría con otros ex ministros el momento que vive el sector, este miércoles no aparecen pautas de ningún ministro y la vocera opta por polemizar con su par de Interior.

Lupa en los subsecretarios. Para identificar los orígenes de esta presión ahora que el gobierno está en alza , hay que poner una lupa en el perfil de los subsecretarios. Del total de 39, solo 5 son identificables con el PS o el PPD. Pese a que se prometió, en el cambio que se hizo el 4 de septiembre no se hizo ningún ajuste profundo en los subsecretarios, y hay varios ministerios donde el Socialismo Democrático no tiene presencia alguna.

• Eso desequilibra el gobierno, la gestión sectorial y ha sido sentido tanto por la presidenta del PS como la del PPD. Quizá si se hubiese hecho ese acto lógico de ajustar subsecretarios después de ministros, habría menos presión ahora, y sin duda la tentación de irse por el lado habría sido menor. A manera de ejemplo, el PPD tiene solo dos subsecretarios, y en el Mineduc salió una subsecretaria socialista con experiencia en el tema por desavenencias con el Ministro, sin compensación alguna.

Mayo sería mejor, pero… Hacer el cambio en mayo le permitiría al gobierno tener guardada una carta por si los resultados electorales no son favorables a las listas oficialistas. También entregaría una señal a los ministerios sectoriales donde hay deficiencias y haría que se desplieguen para evitar la salida, algo así como una tarjeta amarilla que funcionaría como incentivo. Sin duda, los subsecretarios debieran cambiarse después de los ministros y la tarea de La Moneda sería contener la ansiedad de los partidos, en especial del PS.

• Pero la prensa asegura otra cosa, y el gobierno actual no es capaz de contener las filtraciones En otras administraciones la frase de Boric respecto a que ninguna editorial o medio puede presionarle tendría mucho sentido. Pero en el gobierno actual tienen un problema estructural de comunicaciones, pues se filtra más de la cuenta en off the record con los medios.
• La mejor prueba de ello es la filtración de un cumpleaños del presidente con su grupo íntimo, que incluyó detalles como una lesión en un dedo. La falta de una estrategia comunicacional clara, y cierta adicción a conspiraciones que tienen algunos funcionarios de menor rango en Palacio, hace que el off se convierta en certeza. El cambio de gabinete anterior se filtró completo y por ello son absolutamente creíbles las versiones de prensa.
• Ante ese escenario, la mejor jugada es despejar pronto el enredo. Dicho en simple, un cambio sectorial antes del consejo de gabinete del 11 de marzo, acompañado de un cambio estructural en subsecretarios, o descartar abiertamente que se tocará el equipo de trabajo, dejando claro que moverá las piezas después del 7 de mayo.

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