La Suprema elaboró este jueves una quina para el reemplazo del ministro Guillermo Silva. Las favoritas para sucederlo son las juezas Jéssica González y Marcia Undurraga, a quienes se les atribuye una sensibilidad más cercana a la centroizquierda. Pero a fin de año, además, también, se irán Haroldo Brito y Jorge Dahm, que integran la poderosa Segunda Sala Penal de la Suprema. En el Gobierno estiman que la negociación debe correr a 5 bandas, vale decir, cada una de ellas debe estar entrelazada para que a fin de año no se caiga el reemplazo del contralor Jorge Bermúdez, como ocurrió en el caso de la sucesión de Jorge Abbott del Ministerio Público.
Qué observar. La Suprema elaboró este jueves una quina para proveer el cargo de ministro del máximo tribunal, en la vacante producida por cese de funciones de Guillermo Silva Gundelach. Tras escuchar a los 10 ministros y ministras postulantes en sesión especial, el pleno del máximo tribunal procedió a la votación.
- La primera mayoría la obtuvo Jéssica González, ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, con 14 votos. La segunda fue Marcia Undurraga, ministra de la Corte de Apelaciones de Valdivia, que logró 11 votos.
Dos juezas en carrera. Los dos últimos nombramientos en la Suprema propuestos por Piñera fueron el ministro Diego Simpértigue, considerado de centro izquierda, y María Cristina Gajardo, a quien se le atribuye más afinidad con la centroderecha. Ambos asumieron en enero de 2022.
- El año pasado, en la primera quina que envió la Suprema durante el gobierno de Boric, había solo una jueza, María Soledad Melo, a quien se le asociaba a la centroderecha.
- Melo fue electa en octubre de 2022, después de la derrota del Apruebo, que consideraba un cambio de gran calado en el Poder Judicial. La ex ministra de Justicia, Marcela Ríos, sondeó en la Comisión de Constitución la posibilidad del Senado que el cupo -derivado de la vacante de la magistrada Rosa María Egnem- fuera llenado por un juez o jueza cercano a la izquierda.
- Las candidatas que para entonces sonaban con fuerza en ese mundo eran Jéssica González y Marcia Undurraga.
- Lo mismo ocurre hoy. Ambas son las cartas más probables para llegar a la Suprema -fueron las que obtuvieron más votos del máximo tribunal- y son bien vistas en la administración Boric.
- Para algunos, González podría correr con ventaja. Desde 2020, el pleno de la Suprema ha nominado en varias quinas para ascender a ese tribunal y obtuvo el primer lugar en un concurso nacional de sentencias con perspectiva de género, un asunto sensible para el gobierno, luego de que considerara que en la última elección del Colegio de Abogados no se respetaron las cuotas de género.
- En 2011 fue nombrada para investigar las denuncias por abusos sexuales en contra del entonces párroco de El Bosque Fernando Karadima. Durante los siete meses de indagatoria, comprobó los delitos pero no condenó al sacerdote porque los hechos estaban prescritos por el paso del tiempo.
- A Undurraga se la asocia en círculos judiciales como una magistrada más afín al socialismo.
- Inició su carrera judicial en 1989, cuando asumió como Secretaria del Juzgado de Letras de Valdivia. Posteriormente, entre los años 1989 y 1998 se desempeñó como Relatora de la Corte de Apelaciones de Valdivia. Después de otras importantes destinaciones, su último cargo fue presidenta de la Corte de Apelaciones de Rancagua.
Telón de fondo. La designación del próximo supremo, que debe ser ratificado por 3/5 del Senado, no es un asunto del todo sencillo.
- En círculos judiciales señalan que el gobierno y el Senado deberán entrar en una negociación a 5 bandas este 2023, lo que supone poner a prueba el poder de negociación del Ejecutivo y su manejo con el Poder Judicial, una relación muy debilitada durante la administración de la ex ministra Ríos. Pocos olvidan que Boric, personalmente, llamó al presidente de la Suprema para sugerirle que el máximo tribunal llamara a un nuevo concurso en la elección para elegir al Fiscal Nacional tras sus dos derrotas consecutivas en el Senado. Pero el diálogo no solo se filtró, sino que los supremos rechazaron su solicitud.
- Pues bien, este año se renovarán 4 supremos y en diciembre concluirá el período del contralor Jorge Bermúdez, cuyo sucesor debe ser aprobado por 2/3 del Senado.
- El Gobierno percibe que las 5 designaciones deben ser negociadas bajo una panorámica integral, una suerte de cuerda única de 5 nudos, para que al final de año no se caiga la designación del sucesor del contralor Bermúdez, tal como ocurrió en otras administraciones (y después de la traumática elección del Fiscal Nacional en el gobierno de Boric).
Los supremos que se van en 2023. En la lista están:
- Guillermo Silva. Es quien está reemplazando la Suprema, a partir de la quina que escogió este jueves el pleno.
- Haroldo Brito. Fue designado por Bachelet en 2008 y termina su período el 16 de noviembre de 2023.
- Jorge Dahm. Termina su período en 2023. Fue designado el 21 de octubre de 2015 por Bachelet. Concluye el 29 de diciembre de 2023. Junto a Brito, Dahm forma parte de la Segunda Sala Penal de la Suprema, clave en el andamiaje del máximo tribunal.
- Lya Cabello. La fiscal adjunta de la Corte Suprema fue designada en mayo de 2017 por Bachelet y concluirá este año su período.
Los candidatos a la Contraloría. Entre los senadores de distintos partidos dicen que el tema no está decidido ni negociado. Y que este lunes se iniciarían las conversaciones. En RN dicen que, oficialmente, aún no tienen un candidato. Y en la UDI niegan que ya esté negociado algún nombre con el oficialismo, como comenzó a trascender en algunos sectores. Los nombres que ya se han hablado, de manera muy informal, son al menos dos.
- Cristóbal Osorio. Abogado de la U de Chile y magister en Derecho Público de la misma universidad. Actualmente es profesor de Derecho Constitucional y Clínicas Jurídicas de la U de Chile y es respetado en el mundo académico. Es independiente, pero cercano al PS y estaría apoyado por los senadores de esa colectividad.
- Miguel Landeros. Actual secretario general de la Cámara de Diputados. Es abogado de la Universidad de Valparaíso y llegó al Congreso en 1990. Ha ejercido cargos en la Comisión de Hacienda, oficial de actas, oficial mayor de Secretaría, entre otros. Según algunos parlamentarios consultados, goza de las simpatías transversales en el Parlamento. Es considerado un hombre más cercano a la DC, aunque nunca ha expresado preferencias políticas.
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