Lo que propulsó a la generación que llegó al poder de la mano de Gabriel Boric y el Frente Amplio fueron sus constantes críticas al modelo y a las limitaciones de la centroizquierda para derribarlo. Durante años, construyeron una narrativa punzante, apuntando a jóvenes y minorías para alimentar un sentimiento antisistema.
Cuando finalmente lograron darle tiraje y Chile explotó en rabia, redoblaron su apuesta, proponiendo un remake completo del país por medio de la convención constitucional como instrumento. Sin embargo, difícilmente hubieran imaginado que los vientos cambiarían de dirección y todo se vendría abajo, desde la retórica rupturista hasta la confianza en que el cambio era posible.
En este marco, es importante entender lo que acaba de ocurrir con la recientemente promulgada reforma de pensiones del Frente Amplio y el Partido Comunista. Lejos de ser la legislación rupturista que se prometió durante años, es una notable pieza de continuidad que será citada por décadas como un ejemplo perfecto de resignación. La reforma es, en efecto, todo lo contrario a lo que se dijo que se haría. Lo que Boric hizo con las AFPs es lo mismo que hizo con el TPP-11 o con las Isapres: una vez en el poder, las consolidó en su lugar.
Esta es una verdad incómoda para la izquierda que apoya al gobierno, pues saben que el proyecto envejecerá mal, convirtiéndose en un ejemplo de hipocresía ideológica y falta de voluntad política. Basta con pensar en la posición que adoptarán las nuevas generaciones de la izquierda para entender la división que eventualmente provocará en el sector. Por un lado, estarán quienes creyeron que se pudo haber hecho más y criticarán a quienes cedieron; por otro, aquellos que intentarán justificar lo poco logrado resaltando el realismo de haber hecho lo posible.
Hasta entonces, habrá que defender lo hecho por todos los medios posibles, incluso si eso significa alinearse con el mismo padre del modelo. En este caso, el economista José Piñera, quien además ha sido quien más ha celebrado la reforma, afirmando que, si algo hizo Boric, fue expandir la capitalización individual en un 60%.
Claro, desde el oficialismo, la izquierda que propuso y celebró la reforma, se esconde esa parte de la historia. Se dice que la reforma aumenta el impuesto y con eso el rol del Estado, pero se omite, convenientemente, que la ampliación del seguro social favorecerá desproporcionalmente a las AFPs.
Pero eso no es todo. También se omite que, lejos de ser un primer paso para derrocar el sistema, en realidad es el último clavo en el ataúd de un debate cerrado, sin posibilidad de avanzar en el tiempo. Salvo una pequeña minoría organizada que sigue insistiendo en ideas trasnochadas de reparto, que más encima van en recesión en la mayor parte del mundo, la mayoría de las personas ya entiende que el esfuerzo individual es la base de cualquier sistema previsional exitoso y que la intervención del Estado no garantiza nada más que lo mínimo.
Por eso resulta tan impactante, y a la vez intrigante, la imagen de la ministra Jara y el Presidente Boric bailando en la promulgación de la reforma. Pues, saben que no solo están celebrando algo que contradice lo que originalmente prometieron, sino que además que están cerrando indefinidamente un debate que podrían haber mantenido abierto si no fuera por la ambición de mostrarse activos y competentes.
Si nada más, el baile representa la frivolidad de celebrar a plena luz del día una ley que, de no haber sido propia, se habría rechazado tajantemente. Representa la ambición de mostrar resultados, a pesar de la falta de convicción sobre sus efectos reales, y representa el punto hasta el cuál se está dispuesto a llegar para instrumentalizar circunstancias cuando el poder depende de ello.
Así, es evidente que el baile de la ministra Jara y el Presidente envejecerá mal, convirtiéndose con el tiempo en el símbolo del fracaso de una generación que prometió todo y entregó nada. Para el gobierno, tal vez hubiera sido mejor no aprobar nada, quedarse con lo existente y empujar por un cambio en la próxima administración. Incluso, quizás habría sido más conveniente culpar a la oposición de bloquear la legislación, en lugar de tener que asumir más adelante, ante los suyos, lo insuficiente de la reforma.
Pero el gobierno es cortoplacista y estratégico. Nada malo en ello, siempre que sea en el contexto adecuado. Si tuvieran la misma visión de urgencia para resolver la crisis de seguridad, estarían siendo aplaudidos. Pero decidieron aplicar su astucia en lo único que podría haber esperado, e incluso haber rendido frutos a largo plazo. Podrían haber insistido en el tema durante las elecciones, buscando obtener réditos políticos, pero se rindieron antes, ante el temor de no poder entregar un legado suficiente. Y ahora celebran al compás de la música compuesta por el propio arquitecto del sistema de capitalización individual.
Ver esta publicación en Instagram
Una presentación en Contraloría pidió determinar si existe inhabilidad o conflicto de interés en la designación en Curacaví del abogado Francisco Javier Eyzaguirre como nuevo director de seguridad comunal. Hasta diciembre el penalista defendía a distintos imputados incluidos casos de tráfico de estupefacientes. En el municipio señalan que el profesional renunció al patrocinio de todas […]
El Gobierno difundió entre ministros y parlamentarios oficialistas una minuta en que se rechaza que algunos banalicen “el dolor de miles de chilenos” y replica al vicepresidente Álvaro Elizalde respecto de que “todas las violaciones del Derecho Humanos no eran inevitables”, en una clara alusión a los dichos de Matthei de la semana pasada. El […]
El diputado y presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, tiene un cauto optimismo sobre la presidencial, pero dice que la carrera no está ganada. “Si finalmente perdemos la presidencial va a ser por culpa de la división”, advierte. Además, dice que había 7 candidatos a jefe de campaña, que eligió Matthei.
La confianza en la democracia y en el Estado se fortalece cuando la política pone el foco en las personas. Por supuesto, ello pasa por revisar el tamaño del Estado, su eficiencia y el que ciertos servicios puedan ser alternativamente provistos por la sociedad civil. Pero en lo que a la operatoria del Estado se […]
El excoordinador de la Macrozona Sur, Pablo Urquízar, presentó el estudio “Radiografía de la seguridad en Chile 2014-2024: desafíos a la luz del Ministerio de Seguridad Pública” en el lanzamiento del nuevo Observatorio del Crimen Organizado y Terrorismo de la Universidad Andrés Bello -que depende del Instituto de Políticas Públicas- del cual es coordinador. Un […]