-Has demandado al Estado por $ 1200 millones por daños patrimoniales y morales desde el estallido social. ¿Cómo surgió la idea?
-La idea debe venir de hace un año atrás. Porque el Estado no tuvo la voluntad para arreglar un problema de seguridad para el cual el Estado tiene todas las herramientas para solucionarlo. Todos perdimos la vida que teníamos.
-¿Cómo llegaron a esa cifra?
-El lucro cesante es de 700 millones. Y por los daños morales y sicológicos cada miembro de la familia que trabaja acá recibiría unos 50 millones. Estuvimos sometidos a violencia sin parar desde octubre de 2019 hasta marzo de 2020, después empezó lo mismo a partir de septiembre de 2020. Y suma a eso todos los viernes. Ha significado que la zona quede totalmente abandonada a la delincuencia, a los narcos y a ocupas que llegan y se meten a una propiedad cerrada.
-¿Una zona de sacrificio?
-Al final dejaron el barrio como zona de guerra o de sacrificio y nos tomaron a todos los que trabajamos o vivimos acá como un daño colateral.
-Tuviste un percance, cuando te defendiste con un rifle a postón.
-Un día me rompieron la cabeza. El viernes que sigue, sin decir ni tener arte, porque ya estábamos cerrados, se van de hacha al local y estaban a punto de entrar y yo saqué un rifle a postones. Así logré que no entraran. Quedó todo filmado, por eso no me fui preso. Yo no tengo armas de fuego.
-¿Cómo han sido los últimos viernes?
-Los últimos dos viernes han estado tranquilos. Pero han pasado cosas en Lastarria y otros lados. Incluso un día sábado se mete una turba de 10 cabros a algún almacén y lo pelan. Sin embargo, desde hace unos quince días hay más presencia policial, algo que debería haber sido hace mucho tiempo, se ven carabineros rondando.
-¿Cómo te sientes después de todo esto?
-Me siento muy agotado, por todas las circunstancias que hemos tenido y siguen pasando. Qué te puedo decir. A lo mejor yo no me doy cuenta pero mi familia me dice que no tengo ganas para hacer nada.
-¿Has ido al siquiatra o al sicólogo?
-No tengo plata para invertir en eso. Lo único que quiero es estabilizar lo que más pueda el negocio y cuando esté más tranquilo pasarme por los rayos, ir al médico, hacerme ver. No es normal que todo para uno sea como sostener un mundo en los hombros. Puede ser depresión.
-¿No te dan ganas de irte a otro lado?
-Claro que sí, pero somos dueños del local. Primero, el barrio está feo; segundo, muy decaído y tercero en las noches no es seguro. Durante el día puedes tener un grado de movimiento, pero la gente no está saliendo en las noches. Y eso pasa no solo en Santiago, sino en todo el país. Santiago después de las 9 de la noche está muerto. El tema de la seguridad ciudadana se ha dejado estar demasiado.
-¿Te has reunido con la alcaldesa?
-Hace tiempo, pero ahora no. Hemos tenido reuniones que ha citado la alcaldía, por planes municipales que está recién ahora lanzando. Cuando la alcaldesa lleva más de un año. No evalúo bien su gestión, porque al prometer permisos a los ambulantes, llenó de problemas el casco histórico de Santiago y eso se le desbandó. El comercio informal arrastra delincuencia y un montón de problemas. Y va arruinando los barrios.
-¿Han propuesto una salida?
-Los seis barrios que están con problema nos juntamos: Bustamante, Plaza Italia, Bellavista, Lastarria, Galería de los músicos y San Borja; el barrio Bellas Artes. Esa es la zona cero, para que la dimensionemos. Y dijimos: traemos un problema pero también una solución, que se ha hecho en Europa, Canadá, EEUU, que cuando hay barrios hechos polvo, se definen como una zona libre de impuestos. Con eso los que quedan vivos en la zona, tienen la oportunidad de respirar. Y además favorece que se vengan a instalar otras empresas.
-¿Eso a quién se lo propusieron?
-Se lo pedimos al ministro de Economía. Él se quedó pensando, y dijo algo así como que estas cosas nunca llegan a buen puerto, porque todo el mundo me va a pedir lo mismo. Pero todo el mundo no es zona cero.
-¿Qué te pareció lo que dijo Nicolás Grau que la inflación beneficiaba también a las pymes?
-O sea, eso no resiste análisis. A mi me extraña mucho porque él es economista, con posgrado.
-Porque a ti obviamente te afecta la inflación.
-Pero claro que sí. Es un círculo vicioso.
-¿Vas a votar Rechazo?
-Sí. Por un asunto de sentido común. La constitución que proponen no da el ancho en seguridad. Tuve el honor de ser uno de los voceros de la iniciativa de norma “Primero las víctimas”, juntamos 26 mil firmas e igual los convencionales no nos pescaron.
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