Directora del Teatro Municipal: “Llegamos a una estabilidad financiera que permite mirar hacia adelante y proyectar el teatro”

El vínculo de la directora del Teatro Municipal de Santiago, Carmen Gloria Larenas, va más allá de ser la responsable de su funcionamiento. Esta periodista y gestora cultural fue parte de su staff. En 1984, ingresó a la Escuela de Ballet y dos años más tarde fue aceptada en el Ballet de Santiago. Fueron 10 años en que ejerció como bailarina profesional hasta que decidió cambiar. Dejó el ballet e ingresó a estudiar periodismo convirtiéndose en jefa de prensa del Teatro entre 1999 y 2007.  Luego de un paso por la corporación cultural de Lo Barnechea y el Teatro del Lago, retornó a “su casa” el Teatro Municipal de Santiago.

Carmen Gloria Larenas asumió la dirección del Teatro Municipal de Santiago en 2019. “Como teatro somos una organización cultural, probablemente la más estructurada de todas, que tenemos contratados a nuestros artistas”, resalta.

Tras cinco años a su cargo dice orgullosa que han logrado una estabilidad financiera que permite que el Teatro Municipal de Santiago hoy piense mas allá de sus obras y conciertos. “Es una entidad formadora de talentos. Tenemos un acuerdo con la Ópera de París para la Escuela de Danza en la que esperamos formar a quienes forman”, entre muchas otras ambiciones que quiere desarrollar en el edificio construido en 1873 y que es uno de los símbolos de Santiago.

 – ¿Qué es lo que crees que permitió que en tras dos años de gestión te mantuvieras a la cabeza del teatro cuando cambió el gobierno comunal?

 -Es algo que habría que preguntarle a la alcaldesa. Pero cuanto llegué al Teatro junto al equipo nos enfocamos a superar la crisis que generó el estallido social de octubre de 2019 y luego enfrentar la pandemia. Para el teatro finalmente la pandemia fue una oportunidad, ya que fue una manera de mostrar el compromiso que el equipo tenía y su genuina voluntad de hacer una buena gestión y ayudar a mantener el teatro vivo.

Hoy podemos decir que hemos llegado a una estabilidad financiera, luego de un gran esfuerzo. Hemos trabajado muy duro, tomando a veces decisiones difíciles, pero podemos mirar hacia adelante ordenados y estables, lo que nos permite proyectar el teatro y tener otras ambiciones.

 -Cuando te hiciste cargo ¿Qué déficit tenía el teatro?

 -Alrededor de 7.000 millones de pesos.

 -¿Estamos hablando de 2019?

 -La gran crisis empezó en 2018. Se hizo una reestructuración a fines de 2018 y siguió durante 2019 manteniéndose una deuda con proveedores, pagos atrasados en muchas áreas. Todo eso fue durante 2019.

 -¿Qué detonó esa crisis?

-El mundo cultural ha cambiado mucho respecto de la cantidad de oferta, de los públicos que hoy en día son mucho más infieles. El cambio que hay mundialmente en es que han bajado los abonos, y sube mucho el ticket, eso hace que tu base estable es mucho menor cuando partes con una temporada. También no estaba instalado un trabajo en equipo en el sentido de hacer conversar el contenido, que es el propósito de un teatro como este, con sus desafíos financieros.

Hace tres años que trabajamos con propuestas que se hacen desde el departamento artístico, luego hay un análisis de esa propuesta desde un punto de vista financiero, de marketing, de la gerencia general, y se van detectando si es necesario cubrir mejor la cantidad de ingresos que necesitamos. Saber qué tipo de espectáculos, por ejemplo, probablemente van a tener menos público respecto a los que sabemos que tendrán un éxito en público como la Traviata, la Boheme, Cascanueces, que está bien, pero artísticamente hay que darle a los artistas otros desafíos.

 – ¿Cuánto es el Presupuesto que tienen para el Teatro para el 2024?

 – Para este año lo que está calculado son $ 15 mil millones en total. En este sistema que hemos encontrado para asegurar la estabilidad del teatro, los ingresos propios son los que financian casi el total de lo que tú pones en el escenario. Los ingresos propios que generamos que tienen que ver con ingresos de boletería, arriendo de teatro, auspicios, patrocinadores, y donaciones, es lo que nos permite poner en el escenario un cierto tipo de programación.

 – De los $ 15 mil millones ¿cuánto es generación propia y cuánto es financiamiento de la Municipalidad de Santiago?

 – El financiamiento del teatro es público-privado, en ese financiamiento lo público viene del Ministerio de las Culturas, tenemos una subvención anual que está asociada a un convenio donde tenemos que cumplir con algunas actividades de acuerdo al énfasis del Ministerio. Hoy día esa tarea es que el teatro esté en regiones, tanto con espectáculos como con talleres presenciales, compartiendo con otras organizaciones.

 La otra es el Municipio de Santiago, que entrega una subvención anual que aprueba el Concejo y tenemos por Ley de Rentas II subvenciones de los municipios de Las Condes, Providencia y Vitacura. La subvención de cada uno de esos municipios tiene que aprobarla cada Concejo. También está la Ley de Donaciones Culturales.

 – ¿Cuánto es público y cuánto es lo privado?

 – La proporción, un poco menos o más, es un 80% público y un 20% privado.

 – Quienes conocen el teatro ven la cantidad de trajes y escenografía que existe para cada obra. ¿Siguen haciendo subastas?  

– Sí, la última fue el año pasado. Hacemos ventas de bodega cuando vemos que hay acumulado demasiado vestuario o accesorios como coronas, sombreros, o elementos de escenografía que no vamos a volver a utilizar o no estemos reciclando.

– ¿Todo queda en la bodega acá en el teatro?

– No, acá no tenemos bodega solo el vestuario que se está utilizando en las obras. Tenemos una bodega frente del teatro en calle Tenderini que está dedicada al vestuario y tenemos el taller donde se hacen las construcciones y utilería que está en el barrio Yungay y después tenemos una bodega que está en la ciudad de Rancagua. Tenemos un plan de largo plazo de ir mejorando los espacios que tenemos en Santiago y eso nos va a permitir situar containers, por ejemplo, para mantener en buenas condiciones el vestuario. Eso nos permitirá de aquí a cuatro años eliminar la bodega de Rancagua.

-¿Hoy es difícil que las personas lleguen al centro a ver las actividades del Teatro?

–Si analizamos el público que está viniendo al Teatro, por ejemplo el año pasado un 72% vino por primera vez. ¿Cómo lo sabemos? Porque es la primera vez que ingresa sus datos personales al sistema y el 28% restante es el público histórico que ha comprado abonos. Es importante si consideramos que de fueron 118 funciones las que se realizaron en 2023, y de ellas 75 se agotaron las entradas, una cifra que equivale al 65% de las funciones, eso nos da una tasa de ocupación de 80%.

-¿Qué están haciendo para interesar a las personas que vengan al Teatro?  

-En materia de comunicación las redes sociales son bien decisivas a la hora de gatillar la decisión de compra,  potenciando nuestra página web, y creando podcast con los artistas que vienen. Además seguimos con los canales tradicionales como la venta a través de las ejecutivas de cuentas que conocen a los clientes habituales, mailings y los temas de prensa. Hoy creemos que se nos ha dado una oportunidad después del fenómeno de Andrea Bocelli en Viña por lo que estamos negociando con la televisión abierta. La televisión tiene un rol que jugar, que no es solo estar en donde todos están, pero también con temas que mucha gente tiene ganas de conectarse, el fenómeno Bocelli fue el regalo para nosotros.

-¿Qué cartelera ofrece hoy día el Teatro Municipal?

-Tenemos las tres temporadas más tradicionales, que son ópera, ballet, y concierto. También el pequeño municipal, que está orientado a favorecer el acercamiento a nuestras artes de público más pequeño, que también aprovechan, hay que decirlo, los papás.

TAMBIÉN PUEDE LEER: 

Sebastián Edwards: “Un 2% de crecimiento anual nos devolverá a nuestra posición histórica de ‘país del montón’”