Imagina un océano no sólo como víctima del cambio climático sino como protagonista de su solución. Mientras el mundo busca alternativas urgentes para limitar el calentamiento global, el mar nos ofrece respuestas que aún no hemos aprovechado.
Chile, con su extensa costa, ecosistemas únicos y liderazgo científico, tiene la oportunidad de convertirse en un actor global en tecnologías azul climáticas: innovaciones que regeneran el océano mientras combaten el cambio climático.
Recientemente participé en el Foro Internacional “Inversión Verde en América Latina y el Caribe, soluciones con alcance global” en Magallanes, organizado por el BID y el Gobierno de Chile. Con presencia del Presidente Gabriel Boric y el presidente del BID, Ilan Goldfajn, quedó claro que Chile tiene un rol estratégico en la sostenibilidad regional y el océano debe estar al centro de esa estrategia, pero esta oportunidad exige acción inmediata.
Esta oportunidad será protagonista en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano, que se celebrará en junio de 2025. Chile debe llegar a ese escenario no solo con compromisos, sino con una hoja de ruta de soluciones climáticas oceánicas concretas.
El océano como solución climática. El océano ha absorbido más del 90% del exceso de calor global y un tercio del CO₂ antropogénico. Esta función amortiguadora ha generado estrés térmico, acidificación y desoxigenación, afectando hábitats, especies, medios de vida costeros, y desestabilizando el sistema climático a escala planetaria.
Pero el océano también ofrece soluciones, según el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, cerca del 35% de la acción climática hacia el año 2050 podría ser cubierta por medios marinos. Adicionalmente, tecnologías emergentes como la remoción de carbono marino (mCDR) —incluyendo el cultivo de micro y macroalgas, y la alcalinización oceánica, entre otras— ofrecen un enorme potencial para remover carbono de forma duradera a gran escala, siempre y cuando su seguridad y eficiencia sean respaldadas por investigación científica y tecnológica de calidad.
Desde el Patagonia Ocean Hub, una iniciativa de la Década del Océano de Naciones Unidas, se propone una Agenda de Abundancia Azul para Chile, enfocada en restaurar la salud del océano para combatir el cambio climático y acelerar sustentablemente la prosperidad. Esta estrategia se basa en tres pilares:
Acción desde el sur. Chile tiene la experiencia, el capital natural y la ambición para liderar. Con colaboración y visión, se puede hacer del océano una solución climática concreta para el país y el planeta.
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