-¿Cómo son las tendencias generales que se están viendo en el a favor y en el en contra? Hay encuestas dispares…
-Tal como en Argentina ya aprendimos que hay encuestas que aparecen para las elecciones y que se acercan a la propaganda electoral. Muchas de ellas daban por ganador a Milei por diez puntos. Y hay otras encuestas que son las constantes, las que forman la industria. Son las que hacen el negocio duro y en ellas está claro el panorama.
-¿Esto ya está definido por el rechazo o puede darse vuelta?
-En los últimos diez años el único proceso que se ha dado vuelta, fue el plebiscito en Colombia. Donde las encuestas daban 60, 40, con 20 puntos de distancia, muy parecido a Chile. Y terminó ganando el rechazo porque la gente del a favor se relajó y no fue a votar. No es menor que era voto voluntario.
-¿Ha sido el único caso?
-En el resto de los casos que yo he investigado no hay ninguno donde a 45 días de un evento electoral y donde haya diferencia en general de 18 o 20 puntos se hayan acercado. No lo he encontrado en Sudamérica por lo menos.
Al día de hoy uno podría decir que no hay ningún elemento que haga posible que gane el a favor. Lo que sí podría pasar es que se estrechen, si se presidencializa, o una campaña muy rara, que logre que se estrechen bastante. Si se da vuelta sería bastante inusual para la historia electoral de América Latina.
-Ahora se va a empezar a conocer más el texto, ¿cómo podría incidir?
-Es irrelevante porque la gente no lee el texto. Si en el proceso anterior, donde la población estaba mucho más informada, más prendida y más interesada, la gente no leyó la propuesta, menos va a leerla ahora que está mucho más alejada y desvinculada del proceso. Por lo tanto van a prevalecer los eslóganes y los atajos comunicacionales.
-Dices que a partir del escenario actual, ¿gana el en contra fácil?
–No. Lo que te estoy diciendo es que no hay ningún elemento hoy 30 de octubre que haga prever un triunfo del a favor.
-¿Puede variar la aguja, como se dice, la campaña televisiva, la campaña política?
-Tendrían que haber hechos significativos, esenciales, los que hoy en día se llaman “Atochas” electorales (en alusión a la bomba de la ETA que permitió el triunfo del PSOE). Pero es difícil porque es un plebiscito, no es una elección de personas.
Lo que podría pasar es que la campaña del en contra fuera un desastre, irrelevante y se terminara plebiscitando al gobierno, ahí podría ganar el a favor. Pero el gobierno ya aprendió que no tiene que meterse.
-¿Esta idea que si uno vota en contra se queda con la Constitución de Pinochet, tampoco funciona en términos masivos?
-Yo creo que eso puede operar en un grupo chico de extrema izquierda, muy viejo. Pero esta constitución tiene las huellas de Kast por todas partes. Aunque no salga en la franja, va a terminar siendo un plebiscito a Kast de todas maneras y probablemente para bien.
-¿Por qué?
-Kast va a ganar por todos lados, porque el apruebo va a sacar una cifra más importante de la que sacó el Partido Republicano. Por lo tanto, él puede adjudicarse esa cifra, que lo deje bien parado frente a Evelyn Matthei, que se subió tarde al plebiscito.
-Quieres decir que si pierde la propuesta, ¿no va a ser un perjudicado Kast, sino que va a ser favorecido?
-Si el a favor obtiene más de un 35% es más de la votación que tuvo el Partido Republicano y si obtiene un 40 o 45% con eso puede decir que es un triunfo de él, porque evidentemente es JAK quien está detrás de todo esto. Y lo deja muy bien parado para la elección presidencial.
-¿Cres que no es significativa el alza del A favor en algunas encuestas?
-Yo creo que es improbable que el a favor esté bajo la línea de flotación del partido Republicano de la última elección, donde sacó un 35%. Los números se van a ajustar a lo que es la derecha dura que hoy representa un 40%.
Ojo que hay que esperar a que terminen los Panamericanos, que termine la Teletón, que comience la franja y empiece la guerra a veces sucia de las campañas.
-Si un favorecido del A favor es Kast, ¿quién sería el favorecido del En contra?
-La izquierda no gana por ninguna parte. No hay nadie que pueda ganar. La pregunta es si se puede poner un dique al desangre del sector.
Pienso que las campañas que vengan van a tener que ser menos hostiles que las que tuvimos el año pasado. Si aparece una manga de energúmenos insultándose obviamente van a ser rechazados por la gente. Entonces esto debería ser con guante blanco.
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