-El decreto de la presidenta Dina Boluarte ocurre pocos días después de una denuncia de que soldados chilenos estarían instruyendo a migrantes venezolanos cómo cruzar hacia Tacna. ¿Tú crees que ese fue el detonante para declarar estado de emergencia en la frontera?
-Es claro que la respuesta de la Presidenta Boluarte obedece a los incidentes ocurridos en la frontera (con Chile), que han sido criticados en Perú. Se trata de críticas que van desde que el gobierno chileno, a través de las FF.AA, permite el paso de extranjeros y están mandando gente para Perú, hasta cuestionamientos de sectores de izquierda a Boric, alguien que es progresista, pero que dicen no tiene en cuenta los derechos humanos de estas personas migrantes.
-Al mismo tiempo, Boluarte tomó esta misma medida en otras 7 regiones fronterizas.
-La medida se aplica en los departamentos de Tumbes, Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Madre de Dios y Tacna. Me da la impresión de que incluyeron a otras regiones para que no aparezca que es solamente por lo ocurrido en Tacna. Es una respuesta a lo que está sucediendo en el sur de Perú, pero también tiene que ver con una situación de la migración venezolana que es muy grande. Calcula que hay 1,5 millones de venezolanos en el Perú que han entrado durante la última década y que por momentos crean algún malestar de diversos tipos. También es una reacción política de un gobierno que lo hace pensando en el mercado interno.
-¿Ha crecido el sentimiento anti migrante en Perú? ¿Puede ser que la Presidenta haya tomado esta medida también respondiendo a eso?
-Es claro que la Presidenta Boluarte está actuando no solo por lo que está pasando en la frontera con Tacna, sino también utilizando ese hecho para responder a un problema mayor que es la inseguridad ciudadana, que ha crecido bastante. Se le atribuye con frecuencia a venezolanos, aunque en el crimen siempre hay de todos lados, incluyendo peruanos, que hay una presencia de venezolanos con mucha frecuencia en esos crímenes, asaltos. Eso tiene que ver también con una situación de desaceleración de la economía peruana que está generando una precarización del empleo. Entonces es una respuesta política de la Presidenta Baluarte a una situación que tiene que ver con lo que ha ocurrido en la frontera en Tacna y también con condiciones generales en el país.
-En un momento hubo una tensión entre el gobierno de Boric y el de Boluarte por unas declaraciones del presidente chileno respecto de la legitimidad de la Presidenta. ¿Crees que ese incidente fue superado o esta medida también es parte de esa herida?
-Creo que ese incidente fue superado rápidamente con un trabajo que hicieron ambas cancillerías. Conversaron velozmente y se pasó la página. No hay que olvidar que Perú tiene situaciones de conflicto con gobiernos como los de México, Colombia y tampoco quieres pelearte con todo el barrio. El gobierno peruano no quiere generar tensión con Chile y, al contrario, quiere llevar la fiesta en paz con Chile. No quiere más problemas.
-Además del estado de emergencia la Presidenta anunció un decreto para modificar la Constitución y permitir que las Fuerzas Armadas participen de la vigilancia y el control de la inmigración en la frontera, una medida que se adoptó en Chile también. ¿Qué impacto le ves a esa medida?
-Ninguna muy especial. Acá en el Perú se cree que las Fuerzas Armadas arreglan todos los problemas como estos y que lo que deberían hacer es preparar mejor a la policía. Pero es un tema de administración, de quién se encarga y creen que dando la imagen de que las Fuerzas Armadas estando en esos puestos las cosas van a mejorar. Yo lo dudo. Al final es un tema de que, ya sean policías o Fuerzas Armadas, sea gente que esté preparada para manejar estas situaciones. Son por lo demás situaciones de civiles que transitan de un lado a otro, entonces hay que manejar estas cosas con mucho cuidado y no militarizar las fronteras indebidamente.
-¿Cuánto pesa el frente interno en la decisión de Boluarte? ¿Ves algo de eso?
-Sí, todos los gobiernos en las relaciones internacionales tienen una mirada puesta en la relación con el país, pero también en su público objetivo interno. Entonces, creo que en ese caso es una respuesta de la Presidenta y de su gobierno a los incidentes producidos en la frontera (con Chile), pero que tiene un componente de también satisfacer la preocupación, la inquietud en la ciudadanía, en el Perú, por temas que se atribuyen por razones correctas o incorrectas a ciudadanos que han venido a buscar un espacio donde vivir, ya que en sus países es imposible.
-A Maduro le acomoda el éxodo de venezolanos a otros países, aligerando la carga del Estado, golpeado por una profunda crisis, y esquivando un mayor número de población opositora o al menos descontenta con su administración.
-En las corrientes migratorias la gente no deja sus países porque les parezca. Deja su país de esta manera porque hay situaciones de inviabilidad y Venezuela hoy en día es un infierno. Entonces, creo que los peruanos tenemos que entender que hay que ver cómo manejar estas migraciones. La inmigración peruana en Chile, que también es importante, ocurrió en momentos en que la situación del país era complicada. Y también hubo complicaciones antes, hubo peruanos que fueron a Venezuela y es así. La gente no deja su casa por gusta, la deja porque está buscando un lugar para poder vivir, comer con sus hijos, con sus familias y yo creo que hay que tener un sentido humanitario en todos los países para apoyar y resolver y manejar con orden estos procesos.
-¿Existe alguna frontera de Perú donde haya existido un problema como el de Tacna, ya sea con Ecuador, Brasil o Bolivia?
-En la frontera con Ecuador y con Colombia, que son partes por donde entran los venezolanos y se dan estos problemas. Pero lo que pasa es que si han entrado un millón y medio de venezolanos es que no ha habido ningún control. La frontera con Tacna entiendo que siempre ha sido muy ordenada y que hoy hay más bien un problema justamente de desorden, de mucha gente de Arica y del norte de Chile que entra a Tacna y que son tremendamente bienvenidos porque consumen, etcétera, pero que hay un desorden en la frontera.
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