No saldrá gratis. Pese a la serie de especulaciones anteriores, el actual Ministro de Desarrollo Social logró zafar de la acusación constitucional en la Cámara de Diputados. Si bien el desgaste en los medios, y la serie de operaciones que tuvo que hacer el gobierno a través de la Segpres no saldrán gratis, puede respirar tranquilo el Presidente.
El principal argumento de la acusación no tenía ningún sentido. El conflicto con la ex seremi Patricia Hidalgo puede verse muy oscuro en redes sociales pero es justamente el trabajo de los ministros: mantener alineados a las autoridades intermedias. La forma en que fue despedida fue sin dudas brusca, pero está dentro de sus funciones.
En la derecha había incomodidad de bailar al ritmo republicano. Esta acusación fue armada por el Partido Republicano y agitada en redes sociales, aprovechando el alto rechazo que genera la figura del Ministro Jackson. Para muchos sectores de la derecha, si llegaba a aprobarse iba a ser un éxito de José Antonio Kast, en la previa de una elección.
El Frente Amplio, para defender a Jackson, optó por contradecir su propia historia. Varios quedaron asombrados con la línea comunicacional que se eligió para defender al ministro en redes sociales. Los argumentos de la minuta que circuló es el sinsentido de dicha acusación. Algunos plantearon que le estaban quitando tiempo a discutir proyectos de ley útiles para las personas. Lo curioso de ese argumento, es que dicha coalición cuando estaba la oposición ocupó las acusaciones como si fuera una partida de bowling.
La DC negoció muy bien sus votos. Uno de los temores era que se sumaran a una eventual mayoría contra Jackson cuando la derecha todavía parecía alineada para destituir al Ministro. El presidente de dicha coalición hábilmente logró sacar de la Moneda una declaración de complacencia con la existencia de dos listas para el consejo constitucional.
La pregunta que sigue en el aire es cuál es el costo de mantener a Jackson como ministro. En términos ajedrecísticos, Jackson no es el alfil, sino el rey. Esto en el sentido, que mantenerlo vivo justifica cualquier otra estrategia. Así como el gobierno cedió al Senado mandando el nombre de Valencia para Fiscal Nacional, y dejó de defender la lista única para no incomodar a la DC, cabe preguntarse que más estará dispuesto a hacer el Presidente por cuidar a su principal ministro.
La relación entre Boric y Jackson no es comparable a Piñera–Chadwick. Si bien los anteriores tenían una relación familiar y el ex ministro Andrés Chadwick era el principal jugador en las estrategias política, Jackson y Boric son más parecidos a la dupla Lennon–McCartney para el Frente Amplio donde uno pone la música y otro el carisma.
Un político más sensato optaría por irse y así cuidar al Presidente. Si bien libró en esta ocasión, no compró un seguro para el futuro. La oposición podría actuar como un hábil boxeador y pegar siempre en el hígado porque sabe cuánto desgaste provocan los ataques al ministro. Lo razonable en un político clásico es partir y así no tener ese riesgo constante.
Esa competencia por los votos duros terminará desgastando a Chile Vamos y sus votantes a merced de Parisi u otro candidato. Republicanos jugó bien sus cartas: Prefirió ir sobre Jackson, y humillar al resto de la derecha.
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