Primarias de Unidad Constituyente: 20 cosas que hay que saber sobre Paula Narváez

La exministra Paula Narváez (PS) enfrentará este sábado a Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR) en las primarias presidenciales de la centroizquierda. Tras instalarse súbitamente en el sector luego del espaldarazo de Bachelet, al alero de quién se proyectó políticamente, se resquebrajó su relación con parte de la dirigencia PS, que cuestionó el escaso apoyo que había concitado inicialmente su candidatura, al punto que hubo un soterrado debate por bajarla, el cual sorteó exitosamente. Algunos analistas estiman que tiene opciones para imponerse en las elecciones, marcadas por el poder territorial de los partidos.

1. De los Lagos, de padre PS: Nació en Osorno en 1972. Su militancia PS data de su juventud en Puerto Montt, acercada por su padre Arturo Narváez, exconcejal PS y dirigente sindical. Antes de 1973, militaba en el PC y fue víctima de DD.HH. durante la dictadura.
2. Estudios en EE.UU.: Es sicóloga de la U. Andrés Bello. Realizó luego un Magíster en Economía y Gestión Regional de la U. Austral, y un Máster en Relaciones Internacionales de la U. de Georgetown en EE.UU.
3. Cerca de Camilo Escalona: Su vida partidaria hasta antes de ser candidata era en el sector “Nueva Izquierda”, en el que se acercó al líder del grupo, el exsenador PS, uno de los principales defensores de su candidatura cuando esta tambaleaba, junto a Osvaldo Andrade. El padre de Narváez también integraba ese lote, incluso de antes que Escalona fuese electo senador por Los Lagos en 2006, años en que Narváez desempeñó cargos en el Gobierno Regional.
4. Cargos en Los Lagos: Fue seremi del Trabajo en el primer gobierno de Bachelet. Su gestión se hizo visible por haber participado en mediaciones de conflictos con sindicatos de las salmoneras. Antes, se había desempeñado en el Servicio Nacional de la Mujer de la región.
5. Irrupción en Chaitén: De ese rol saltó a ser nombrada por Bachelet como delegada presidencial para la reconstrucción de Chaitén, tras la erupción de 2008. Su gestión no estuvo exenta de tensiones. En febrero/2009, debió salir con escolta policial de una fallida reunión con un grupo de pobladores que se oponían a la relocalización. “Ellos niegan una parte de la realidad. Esto es un fenómeno de la naturaleza, no lo provocó el Gobierno”, contestó entonces Narváez, a cuya gestión la DC responsabilizó de que el alcalde de Chaitén perdiera la reelección.
6. Vocera de Frei: Esa visibilidad permitió que fuera incorporada en 2009 por el PS -entonces presidido por Escalona- al comando presidencial de Frei, como vocera. Un momento de protagonismo fue una arremetida suya contra Piñera: recordó su rol en el Banco de Talca y el Piñeragate, y lo llamó a “asumir que tiene problemas con la justicia en su historia”.
7. Cercanía al hinduismo: Tras la campaña viajó a India a estudiar inglés. Allá, hizo suyas varias lógicas del hinduismo. Acude con frecuencia al Templo Hindú de Santiago y practica meditación.
8. Entrada al núcleo de Bachelet: A partir de 2010, su trayectoria política estuvo siempre ligada al bacheletismo. Se integró a la fundación Dialoga -que formó Bachelet tras su primer gobierno-, luego ocupó un cargo en ONU Mujeres mientras la exmandataria lo lideraba (Narváez llegó por concurso, eso sí), y en el segundo período de Bachelet fue primero jefa de gabinete y luego ministra vocera. Ya fuera de La Moneda, participó en la rearticulación del bacheletismo, previa a la primera Cuenta Pública de Piñera 2. De esos diálogos emanó un documento que indicaba: “La endogamia piñerista es el partido que domina al Gobierno”.
9. Pasos por la ONU: En Nueva York, fue de los personeros que acompañó a Bachelet durante su paso por ONU Mujeres junto a la periodista Paula Walker. Ahí, Narváez se desempeñó como especialista de programas para América Latina y el Caribe en materia de mujeres.
10. Nombramiento de ministra: Tras esa experiencia, Bachelet la nombró jefa de gabinete en 2014. Durante el primer año Narváez inició su prenatal por el nacimiento de sus 2 mellizas, y fue reemplazada por Ana Lya Uriarte. Al regresar del posnatal, Uriarte se mantuvo y Narváez asumió funciones en el Segundo Piso, antes de ser nombrada vocera a fines de 2016. Sobre el final del gobierno, lo siguió defendiendo férreamente, al punto que fue cuestionada por la misma Nueva Mayoría en 2017, cuando tras la derrota de Guillier frente a Piñera, afirmó: “Sufrimos una enorme derrota electoral, pero la derrota política está por verse”, argumentando que pese al resultado el proyecto progresista de Bachelet seguía vigente por sus reformas.
11. Aspiraciones políticas: Su interés por llegar a la primera línea política databa de años antes, recuerdan en el PS, donde no extrañó que se entusiasmara con competir a La Moneda. Había buscado ser candidata al Parlamento en Los Lagos desde su época de seremi, pero no había contado con la venia de directivas.
12. Su gestión de ministra: Había mostrado capacidad para abrochar acuerdos más allá de su ministerio: aunó apoyos a la gratuidad en la Educación Superior -con gestiones con los senadores Hernán Larraín (UDI) e Ignacio Walker (DC), quien era crítico del proyecto- y a la despenalización del aborto. Sus interlocutores la recuerdan como insistente, persuasiva, con “muñeca política” y carácter, pero también un estilo receptivo, uno de los aspectos que Bachelet valoraba de ella. En su cartera, sacó la capitalización de TVN -trabada por meses- y avanzó en inclusión de minorías sexuales.
13. Instalación de su candidatura: Era por esas cualidades políticas, y la positiva evaluación ciudadana que tuvo como ministra, que su candidatura, despertó alta expectativa en la centroizquierda: Bachelet la respaldó para introducir un aire de renovación a una centroizquierda cuyas opciones previas (Heraldo Muñoz, Francisco Vidal, Ximena Rincón) no despegaban en las encuestas, y las grandes tendencias del PS se cuadraron rápidamente detrás de Narváez, al punto que al timonel Álvaro Elizalde no le quedó otra que deponer su posible candidatura en favor de Narváez, que había trabajado su opción sigilosamente con varios personeros bacheletistas (y la exmandataria estaba al tanto).
14. Primeros tropiezos: A poco andar dificultades, se sucedieron las dificultades. Su campaña recibió críticas en el PS por no tener un diseño claro, y por apelar a un estilo demasiado similar a Bachelet, de navegar sin entrar en controversias o no instalar debates, lo que servía para una figura del capital de Bachelet, pero no para Narváez, que tenía bajo nivel de conocimiento. Cuando se lo recriminaron parlamentarios PS en una reunión, Narváez reclamó que la directiva de Elizalde no la estaba respaldando debidamente.
15. Áspera relación con Elizalde y el PS: la relación desde entonces se enfrió completamente: ya venía tirante desde que el timonel vio la instalación de Narváez como una operación del bacheletismo PS (Ana Lya Uriarte y Mahmud Aleuy) para disputarle el poder interno. En privado, Elizalde se ha defendido con que es Narváez quien no ha logrado que su candidatura se instale en la ciudadanía. Por momentos, figuras como José Miguel Insulza y Juan Pablo Letelier también se distanciaron de su campaña.
16. Bacheletismo relegado: con el tiempo, el rol de los partidarios de la expresidente fue cada vez menor: apenas comenzó la campaña, Aleuy y Uriarte fueron alejados del centro neurálgico de las decisiones. Luego, la presidenta de la fundación de la exmandataria, Paulina Vodanovic fue alejada de la coordinación de la campaña. Luego, la influencia de Walker se redujo cuando el PS intervino la campaña, con un comité en que estaban Andrés Santander y Ricardo Solari. Y hoy, personeros que estaban en el Segundo Piso de Bachelet están apoyando la estrategia digital de Provoste.
17. Redes con ex frenteamplistas: Narváez entonces estructuró su campaña sobre un nuevo círculo estrecho, en el que del PS estaba solo Carlos Montes: asumieron un rol trascendente los ex-FA que la apoyan: Pablo Vidal asumió como su generalísimo, y Narváez ha relevado ese apoyo en los debates en TV, lo que ha molestado en PS y PPD. Y últimamente, se transformaron en sus orejeros Carolina Tohá, Nicolás Eyzaguirre y Clarisa Hardy.
18. Su momento más complejo: Ya entrado julio, Narváez no pasaba del 3% en encuestas, y entre dirigentes socialistas había un soterrado debate por bajarla -lo que ella analizó por momentos-, mientras el PPD dio varias señales de que su apoyo a ella ya no era irrestricto, para presionar que se bajara en favor de Provoste.
19. Su resistencia: Pero Narváez no cejó: alentada por sectores PS, emplazó a que alguien se pronunciara por bajarla, pero Elizalde no asumió el costo político de bajarla, y la DC y Provoste se vieron obligados a ceder realizar una consulta, para evitar un quiebre en la centroizquierda.
20. Sus respaldos resquebrajados y sus chances: Este sábado enfrenta la consulta con el apoyo del PS. No todo el partido está apoyándola entusiastamente (Elizalde se ha mostrado cercano a Provoste), aunque su opción ha tomado fuerza en las últimas semanas en el socialismo. Pese a ello, el PPD no está totalmente cuadrado detrás de ella: Guido Girardi, de alta ascendencia en ese partido, ha sido de los principales impulsores de Provoste y buena parte de los diputados ya dijeron que están con la senadora. De todas formas, el aceitado funcionamiento de la maquinaria militante PS le otorga chances, sobre todo si vota poca gente en las primarias.