Kenneth Bunker: “La victoria de Kast va a tener repercusiones profundas”

El cientista político Kenneth Bunker sostiene que “la derecha tradicional perdió mucho poder” en la elección del 7 de mayo y que el Presidente Boric “no va a tener ningún control sobre lo que ocurra en este proceso constitucional. Ideológicamente perdió la batalla”.

-¿El triunfo republicano superó tus expectativas?

-Claro. Circulaba información de que el Partido Republicano podía ser el partido más votado, pero esto es una paliza, una victoria sin precedentes. La victoria de José Antonio Kast es algo histórico y yo creo que va a tener repercusiones profundas. Hay que retroceder a 1965 para encontrar una votación más alta, cuando la DC logro un 42%.

-El término sorpaso se usa para describir el avance de un grupo político sobre otro. ¿Eso es lo que sucedió acá?

-Sí, estoy de acuerdo. Republicanos deja a todos atrás. No solamente lidera un nuevo movimiento, sino que reemplaza a la derecha tradicional, reemplaza a la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, tres partidos políticos que habían hecho gran campaña. Llega primero y se impone ante la coalición del gobierno e incluso deja fuera al que antes era su rival directo, que era el PDG. La centroizquierda tradicional también queda afuera. O sea, se impone con elegancia y con mucha fuerza.

-¿Quiénes son los grandes perdedores?

-Todo por Chile sacó cero, no va a participar del proceso, al igual que el PDG. Pero yo diría que aquí los que pierden más son una mezcla entre entre el gobierno y la derecha. Por una parte, la derecha tradicional pierde mucho poder. Va a tener que hacer una reflexión profunda sobre lo que significa esta derrota y hacia dónde quiere ir. Y por otra parte, el gobierno obviamente no va a tener ningún control sobre lo que ocurra en este proceso constitucional. Ideológicamente perdió la batalla. Ahora estamos encaminados en este proceso hacia elegir entre la Constitución de Repúblicanos o la Constitución de Pinochet, que es el peor de los posibles escenarios para el Gobierno.

-Tienen mayoría para imponer sus términos e incluso el veto.

-Ellos tienen poder de veto porque tienen 22 consejeros. Nadie tiene 3/5 sin ellos. En el fondo imponen los términos del debate. Toda la derecha junta llega a los 3/5. Los republicanos solos van a controlar lo que se debate y lo que no se debate, lo que es bastante importante.

-Lo sorprendente es que es un partido que tiene cuatro años. ¿Este tipo de fenómenos surgen de repente y tienen un avance muy rápido?

-Ha pasado bastante en los últimos años, pero también responde a los cambios institucionales y sociológicos. Por una parte, están las reformas electorales del 2015, cuando creció harto Revolución Democrática y el Frente Amplio. Y después de todo lo que pasó con el estallido social, hay como un clivaje sociológico que fuerza a partidos políticos nuevos a la primera línea. Eso pasaba con el PDG antes; y ahora es lo que está pasando con los Republicanos. Frente a los grandes cambios en la sociedad, es el partido que parece estar mejor preparado para entregar una narrativa a las personas.

-¿Es una narrativa por el orden y contra la migración?

-Una narrativa que se hace cargo de los problemas coyunturales. No es un partido que está pensando a largo plazo, sino que busca resolver  las angustias de las personas de todos los días, sobre la inmigración, sobre la crisis de seguridad, quiere resolver lo que el Gobierno no está resolviendo. Yo tengo la sensación de que en esta elección había dos partidos que eran contextuales o coyunturales: el Partido Republicano y el PDG, que están hablando de lo que pasa hoy día en Chile . El Partido Republicano hizo mejor la campaña, logró conectar mejor con las personas. Los dos partidos entraron con fuerza en la elección del 2021 a la Cámara de Diputados, pero el PDG se desintegró. Tiene demasiados problemas internos, no tiene disciplina, no tiene orden. El Partido Republicano sí. Yo creo que eso se tradujo en su victoria.

-¿Qué significa esto para José Antonio Kast?

-Lo deja como el líder de la oposición. Construyó un partido de la nada. Básicamente era su pyme y ahora es una empresa grande. Va a estar conduciendo los términos del debate dentro del Consejo Constitucional. Pero ojo: es posible que aparezcan algunos problemas dentro del sector de la derecha, donde hay bastante incomodidad con este triunfazo del PR. Se va forjando la idea de que nuevamente va a ser candidato presidencial Kast al final de este gobierno y que la agenda la va a estar fijando él.

-La lista del PPD, la DC y radicales se queda con las manos vacíos. ¿Fue una mala decisión ir aparte?

-Estaban tomando malas decisiones desde antes. Ya en la elección pasada, la DC y el PPD sacaron un convencional cada uno de 155. Entonces ahora no es tan extraño que saquen cero de 50. Su juego va a ser más a largo plazo y ahora van a tener que hacer una reflexión profunda sobre qué es lo que pueden ofrecer para el Chile que viene después de este Consejo.

-¿Los resultados de Apruebo Dignidad y  el Partido Socialista fueron mediocres?

-Una elección bien mala. El gobierno central pudo haber hecho mucho más para ganar esta elección. Giorgio Jackson dijo que esta elección no tenía nada que ver con lo coyuntural, ni con la crisis de seguridad. Que no era un plebiscito sobre Boric, pero sí lo fue. La gente no está votando por el Partido Republicano porque piense que tiene las mejores posiciones para escribir una Constitución: está votando porque le preocupa el día a día. La lección que hay que sacar ahí es que el Gobierno perdió un debate importante en términos de fijar la agenda. No manejaron bien los tiempos, cometieron demasiados errores, se dieron demasiados lujos en el primer año. Todo eso los dejó en una posición de fuera de juego.

No es culpa de nadie más que de ellos. Si se hubiesen hecho cargo de la seguridad, de la economía, la inmigración irregular desde el comienzo, probablemente estarían manejando los términos del debate hoy día, pero actualmente no tienen ningún control sobre eso.

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