Trasfondo: La Moneda redobla la apuesta para salvar a Ávila en medio de su peor crisis

En el Ejecutivo existía una alta preocupación del juicio político en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. Pero los polémicos dichos de Marcela Aranda y de la diputada María Luisa Cordero (RN) ayudaron a volcar el escenario y que ahora en La Moneda estén optimistas. Desde Evópoli se encuentran en “reflexión” y algunos parlamentarios de RN están analizando ausentarse al momento de la votación. A eso se suman las gestiones que realizó el oficialismo para que diputados que no estarían, asistan a votar, como Leonardo Soto (PS) y Carmen Hertz (PC). A ello se suma Catalina Pérez (RD): Pese a que presentó licencia hasta el 23 de julio, en el oficialismo mantienen conversaciones con ella para que mañana esté presente.

Ir directo al fondo. Si la semana pasada en el Gobierno veían un difícil escenario en la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, durante estos días las cosas cambiaron.

• Distintos factores influyen en que hoy tomen un poco de aire en La Moneda y estén optimista.
• Tanto así que hubo un cambio de estrategia: La idea de la defensa —y de la Segpres— era discutir la cuestión previa y luego el fondo, es decir, que la acusación no cuenta con las condiciones reglamentarias para llevarse a cabo.
• Pero en el Ejecutivo creen que en ese punto puede haber una derrota, y que parlamentarios podrían considerar que sí están las condiciones reglamentarias. Por eso, la idea de la Segpres es ir directo al fondo y que buscar que sea rechazado.
• Esta estrategia está siendo discutida entre el equipo del ministro, encabezado por el abogado Francisco Cox, y los asesores de Álvaro Elizalde.

Los dichos que ayudaron al Ejecutivo. Ayer, cuando Marcela Aranda, directora del Observatorio Legislativo Cristiano e integrante del controvertido Bus de La Libertad, dijo en la sesión de la comisión revisora de la acusación constitucional que “el libelo acusatorio habla del activismo del ministro, su activismo LGTBIQ+. Su condición ha superado el límite de lo privado”, generó complicaciones en parlamentarios de Chile Vamos que no se quieren aparecer ligados a “una acusación homofóbica”, como ha enfatizando el oficialismo.

• A eso se sumaron los dichos de la diputada María Luisa Cordero (RN) quien dijo este lunes que “la poesía que acompaña el enamoramiento y fisiología de la genitalidad es en la adolescencia y no a los cuatro años como pretende el pervertido del ministro de Educación”, complicaron aún más a los indecisos.

Los descolgados de Chile Vamos. Entre RN, la UDI, Evópoli y el Partido Republicano tienen 72 votos. Si todos ellos aprobaran la acusación constitucional, tendrían que convencer a alrededor de 6 diputados más.

• El problema es que desde Evópoli, integrado por 4 parlamentarios, aún no definen cómo votar. Los diputados han sostenido conversaciones con sus pares de Chile Vamos y también con el Gobierno. Con estos últimos han sido claros al señalar que están enredados, que creen que la gestión del ministró Ávila ha sido mala, pero que aún no le ven mayor mérito al libelo.
• “Aquí se están confundiendo muchas cosas y lamentablemente eso puede hacer que no sea tan transparente esta acusación constitucional. Yo, en lo personal, estoy en reflexión. A mí no me ayuda en nada los argumentos presentados en la comisión, como tampoco me ayudan las defensas del Presidente Boric”, dijo el diputado Francisco Undurraga de Evópoli a Radio ADN.
• A ellos se suman diputados de RN que están en conversación con el oficialismo para definir si salen de la sala al momento de la votación. En privado han explicitado que los dichos de Aranda y Cordero los complica.
• Así las cosas, Chile Vamos y el Partido Republicano podría contar con menos de 70 votos.

Las “zonas grises”. El Ejecutivo ha enfocado sus conversaciones con los parlamentarios que integran las llamadas “zonas grises” de la Cámara Baja y están dando frutos.

• Ahí hay 8 diputados, 4 del CDU y 4 del PDG, de los cuales la mitad ya estaría prácticamente convencido por rechazar el libelo acusatorio. Érika Olivera del CDU sí o sí lo rechazará y, pese a que aún no hay una definición de sus compañeros de bancada Joanna Pérez, Miguel Ángel Calisto y Jorge Saffirio, cercanos a los parlamentarios plantean que se están inclinando por rechazar la acusación y que la idea, por el momento, sería votar cuadrados.
• En ese contexto, Calisto fue este lunes al Mineduc para entablar conversaciones sobre falta de recursos para educación en su región.
• Las conversaciones siguen en curso en los pasillos del Congreso entre el Ejecutivo y el PDG. Los diputados Francisco Pulgar y Gaspar Rivas se estarían inclinando por rechazar el libelo. Lo mismo ocurre con Rubén Oyarzo, pero desde el Ejecutivo sostienen que deberán negociar los términos hasta último minuto. El caso de Karen Medina, también PDG, es particular: La diputada firmó la acusación constitucional, pero ahora ha explicitado que no sabe como votar.
• En la DC, de los 5 diputados, al Ejecutivo le faltaría convencer solo a Francisco Caamaño.
• Pamela Jiles, una reconocida opositora al Gobierno, también rechazará el libelo acusatorio. Y Andrés Jouannet (Amarillos) aún está estudiando el documento.

Los ausentes. Por otro lado, son 4 los diputados oficialistas que no estarían durante la votación de este miércoles. Gael Yeomans (CS), Danissa Astudillo (PS), Catalina Pérez (RD) y Carlos Bianchi (ind. PPD).

• En el caso de la oposición, solo sería Agustín Romero (Republicano) y Gonzalo de la Carrera (independiente).
• Bianchi tiene una operación programada por lo que no estará. En el caso de Astudillo, pese a que se le pidió que retornara a Chile, no lo hará. Lo mismo ocurre con Yeomans.
• ¿Y Catalina Pérez? Diversas fuentes confirman que la diputada Camila Rojas ha estado en contacto con Pérez para convencerla que asista a votar. Ambas acordaron mantener una relación fluida luego de que estalló el caso Democracia Viva.
• Por el momento, dicen desde el Frente Amplio, es una decisión que está en manos de Pérez considerando que presentó una licencia hasta el 23 de julio. Sin embargo, si la diputada asiste o no dependerá de la cantidad de votos con los que cuente mañana el oficialismo.