Esto es, una historia fabulada que arranca sobre hechos reales e imagina al ser humano tras el personaje, deteniéndose en sus más íntimas pulsiones y sentimientos.
La película, y sobre todo el desempeño de Kristen Stewart, han sido profusamente alabados (aunque también ha tenido sus detractores).
Visualmente epatante desde que abre hasta que cierra, sitúa a Lady Di en el fin de semana de la Navidad de 1991, cuando la familia real ha decidido celebrar las fiestas en el Palacio de Sandringham.
Diana maneja su Porsche descapotable por la campiña inglesa. Pierde el camino y de pronto se encuentra con el que fue el terreno familiar, el de los Spencer.Lograr llegar a Palacio es una aventura, pero el desencuentro al interior de él continúa. Diana se aparece con retraso en la cita familiar, en la cena y en todo lo que está establecido en la agenda.
La cámara no se detiene en esas reuniones sino que la sigue a ella en su deambular laberíntico por escaleras, pasillos, comedores. El personal la orienta, le deja perfectamente organizados, por días, los trajes que debe usar, pero ella circula presa de una angustia que evoluciona, a lo largo del metraje, de disimulada y contenida a exteriorizarse.
Visita a menudo los baños, como lo hacen los bulímicos, o se encierra en su habitación.
Como en una ensoñación, de pronto confunde a las personas. Y se obsesiona con Ana Bolena, que surge como un personaje fantasmal y simbólico: un libro sobre la primera de las esposas decapitadas por Enrique VIII ha aparecido en su recámara.
Es la Diana que se siente amenazada y sofocada en esa Familia, a la que llega a sentir como su enemiga, y que intenta reencontrarse con su origen: corre por los campos para internarse en la casona abandonada y derruida de los Spencer. Allí ha tomado la chaqueta del espantapájaros como un tesoro.
Su acto liberador supremo —gran secuencia— es conducir su auto descapotable, junto a sus dos pequeños hijos, hacia un lugar simbólicamente opuesto a Palacio: un restorán de comida rápida. Mientras cantan, con la radio a todo volumen, “All I Need is a Miracle” (de Christopher Neil y Mike Rutherford).
Más bien descriptiva y circular, la película se juega en sus imágenes —alternando grandes planos aéreos, Planos generales y aquellos más cerrados— y en un montaje que subraya pomposas externalidades (¡ese muestrario de vestidos!) que chocan con el atribulado ser interior de su personaje.
La música de Jonny Greenwood (Radiohead) es de tal potencia que parece disputar la atención del espectador. Algo completamente diferente a lo que el mismo Greenwood hizo con la Banda Sonora de El Poder del Perro (Jane Campion, Netflix), donde la música se ensambla y juega a mimetizarse con las tensiones y atmósferas marcadas por la cámara y el guion.
Grandes actores británicos, como Timothy Spall y Sally Hawkins, son los secundarios que más relucen. El resto, aparecen desdibujados, casi inexistentes.
Aunque el guion lo firma el gran Peter Knight, escritor de películas tan intensas como Locke o Promesas del Este— Spencer tiene el sello y el estilo de Pablo Larraín.
Spencer
DATO: Kristen Stewart partió como la gran favorita de la temporada de premios. Y ha recibido varios, sobre todo de Asociaciones de Críticos de distintas ciudades (y agrupaciones) de EE.UU., sumando 20 en total. Pero en su estreno en Venecia, se quedó sin la copa Volpi (se la llevó Penélope Cruz por Madres Paralelas, de Almodóvar). Y en el camino al Oscar se le están apareciendo otros nombres.
Eso sí, además de los premios citados, fue nominada en los Globos de Oro, en los Critics Choice y en los Satellite.
En la lista “corta” de los Oscar —que incluye solo algunos apartados, no el de Mejor Actriz— Jonny Greenwood está prenominado en Mejor Música por Spencer y por El Poder del Perro.
La película es un prodigio de belleza, una explosión de colores, que desborda imaginación, tanto en forma como en contenido.
Porque si el dibujo, el diseño y la paleta de colores son deslumbrantes, la historia no lo es menos.
Hosoda filma un emotivo relato de adolescentes y a la vez que denota una alta sensibilidad para describir esa compleja etapa vital, captura mejor que nadie el mundo contemporáneo en el que se desenvuelven, con la omnipresente realidad virtual.
Suzu es una tímida estudiante de último año de colegio, que vive con su padre en una zona rural, ubicada en las afueras de Kochi, Japón.
La chica no ha podido superar la muerte de su madre en un accidente, cuando ella era una niña, lo que recuerda una y otra vez: peor que eso, Suzu no le perdona a su madre haberla “abandonado”.
Sumida en esta crisis, rehúye cualquier intento de su padre por acogerla; también el de su amigo de la infancia. Ella quisiera hacerse invisible.
Cuando descubre una nueva plataforma virtual, “U”, se suma a ella, adoptando como avatar el nombre y las formas de “Belle”, una linda y rutilante chica, que canta como los dioses y que de inmediato suma millones de seguidores. Belle es su opuesto, lo que ella quisiera ser. Porque a su belleza y encanto, Belle suma una personalidad arrojada y generosa, capaz de tomar riesgos si su ética se lo indica.
La única que sabe la identidad real de este hit de las redes sociales es su íntima amiga, la única con la que comparte algo de su vida.
El mundo al interior de “U” es un bálsamo para el alma atormentada e insegura de Suzu. Pero la plataforma tiene sus reglas y sus propias complejidades.
Hosoda toma, para esta historia paralela virtual, los elementos centrales del clásico de “La Bella y la Bestia”, creando un imaginativo mundo.
Y en torno a ello desarrolla esta trenza de amistades adolescentes que logran conectarse con el mundo adulto cuando el peligro demanda unidad. Y parte de ese peligro está en los vasos comunicantes que existen entre la virtualidad de “U” y la vida real.
La genialidad del realizador no se limita a su arte visual: el relato que construye es de una alta y a la vez delicada intensidad emotiva, a lo que se suma una trama de suspenso, llena de sorpresas y tensión.
¡Un espectáculo asombroso!
Belle (Ryū to Sobakasu no Hime)
Estrenada con ovaciones en el Festival de Cannes, luego estuvo en la Sección Oficial del Festival de Sitges; ha sido nominada a mejor filme de animación por la Asociación de Críticos de Los Angeles y la de Chicago:
Hosoda (1967, Kamiichi), director de cine y animador, estudió pintura al óleo en la Universidad de arte y diseño industrial de Kanazawa.
Belle es su décimo filme.
Su colorido brillante y detallista tiene mucho de la tradición del animé del Studio Ghibli. Pero Nahuel se mueve desde los tonos más alegres a los más oscuros y borrascosos, en una paleta muy amplia, en la que se juega muy acertadamente con luces y sombras.
La película es una historia de aventuras y misterios —como corresponde al escenario— que tiene como protagonista a un niño de 12 años que circula por su isla entre la escuela, su casa y el muelle, donde trabaja su padre, Antonio, como pescador. Para tristeza y desazón del hombre, Nahuel es incapaz de subirse a cualquier embarcación.
El asunto escala a conflicto cuando, superado por los acontecimientos, Antonio, que ha criado solo a su hijo desde que su mujer murió en el parto, le anuncia que nuevamente lo enviará donde unos parientes en Puerto Montt. Nahuel hará cualquier cosa para evitar que ello ocurra: ya lo pasó fatal una vez que estuvo de allegado donde la parentela.
Pero lo más complejo sucede cuando Nahuel encuentra un singular libro, donde cree que podrá hallar la solución a sus problemas.
Al contrario: de ahí en adelante se desencadena una serie de hechos y complejas situaciones en las que el niño deberá saber enfrentarse a sus miedos y a otras amenazas mucho mayores.
Para ello contará con la ayuda de distintos personajes que lo acogerán y guiarán sus pasos.
Todos estos giros, plagados de aventuras y suspenso, hacen de la película un relato vibrante que se despliega en muy diversos escenarios del archipiélago y por el que circulan brujos, personas capturadas por los malos espíritus, machis, seres mágicos y borrachos de cantina.
Grandioso trabajo de diseño animación.
Muy entretenida.
Nahuel y El Libro Mágico
DATOS:
Premios y Nominaciones:
Annecy 2020 (Francia): Competencia oficial.
Chilemonos 2020: Mejor Película Latinoamericana.
Tokyo Anime Award Festival 2021: Excellence Award
NYCIFF (New York International Children Film Festival): Selección Oficial.
Festival Internacional de Stocolmo, Junior 2020: Selección oficial.
Schlingel Film festival 2020 (Alemania): Selección oficial
Big Cartoon Festival (Rusia): Selección oficial
Premios Quirino 2021 Nominado: Mejor Película y Mejor Diseño de Animación.
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