Así como hay riesgos que se generan al interior de una organización, existen otros que son generados por los terceros que le prestan servicios. Hace ya mucho tiempo que los sistemas legales hacen responsables al contratante por ciertas obligaciones de sus contratistas, incluyendo sus compromisos laborales y de seguridad. En cumplimiento, ocurre lo mismo respecto de todo tipo de terceros, tanto desde un punto de vista legal como reputacional: los terceros generan riesgos concretos para sus mandantes.
En EE.UU., alrededor del 90% de todas las sanciones por cohecho aplicadas por organismos persecutores, bajo la normativa de FCPA (Foreign Corrupt Practices Act), involucran pagos realizados a funcionarios públicos a través de terceros intermediarios. Por ello, la guía para evaluar los programas de cumplimiento corporativo, elaborada por el Departamento de Justicia de EE.UU., le dedica una sección completa a la gestión de riesgos de terceros.
En Chile, desde 2010, la Ley 20.393 sobre responsabilidad penal de las personas jurídicas estableció la responsabilidad de las organizaciones por la actuación de sus terceros, particularmente aquellos con facultades de representación. En nuestra historia reciente, el financiamiento ilegal de campañas políticas a través de facturas “ideológicamente falsas”, es un ejemplo de casos en que el ilícito involucró a terceros. La reciente Ley 21.595, sobre Delitos Económicos, mantiene y refuerza esta responsabilidad.
En general, un programa de gestión de riesgos de terceros incluye cuatro etapas claves:
Un programa bien diseñado y operado constituye una ventaja comercial estratégica para una organización. No solo porque le permite evitar contingencias en su propia cadena de suministro, sino también porque le permite mantener su lugar en las cadenas globales de las que es parte, donde la debida diligencia se hace cada vez más demandante.
Una gran empresa chilena aprendió esta lección, a un alto costo, hace algunos años. Proveía de materia prima a una de las principales empresas tecnológicas del mundo, que le exigía mantener un alto nivel de cumplimiento respecto de sus terceros. Un día llegaron los auditores del mandante y solicitaron información de todos los terceros. La empresa nacional respondió que todos cumplían con los requerimientos del mandante. Lo primero que encontraron los auditores en terreno fue trabajadores menores de edad (trabajo infantil) en los equipos de un contratista. La empresa perdió el contrato.
La gestión de riesgos de terceros debiese ser una prioridad para nuestras empresas y, sin embargo, suele ser uno de los puntos más débiles de muchos diagnósticos de sistemas de gestión de cumplimiento. En parte esto se debe a que un sistema preventivo que funciona bien no llama la atención y puede percibirse como costoso y una traba a la agilidad de la gestión. A veces se requiere que se materialicen los perjuicios para que se les valore justamente.
Para más contenido After Office, clic aquí.
¿Pudo Colo Colo prevenir los eventos violentos con un sistema adecuado? No lo sabemos. Tampoco sabemos si tenía un sistema adecuado, si lo tenía actualizado o evaluado periódicamente por un tercero independiente, como exige la nueva ley. Pero lo que sabemos es que se produjo un incidente que le traerá enormes consecuencias económicas y que […]
El llamado es a mantener la calma y no tomar decisiones impulsivas, que puedan afectar el futuro de nuestras pensiones. Si bien la volatilidad puede ser inquietante, lo más recomendable es mantener la estrategia de inversión adecuada a cada perfil y el objetivo de largo plazo.
Está a nuestro alcance seguir por la senda de éxito por la cual hemos logrado transitar como país durante los últimos 60 años, no obstante reconozco que entre los años 2015 y 2025 vivimos un período muy malo del cual por fortuna logramos salir.
Chile tiene relaciones comerciales maduras, tratados con actores clave, estabilidad institucional y capital humano. América Latina cuenta con mercados diversos y un enorme potencial.
Esta historia de esfuerzo, trabajo y unión familiar demuestra que en familias empresarias, siempre está ocurriendo algo, que hay mucho que hacer y que la sucesión familiar es un macroproceso que se extiende por décadas; cuyos frutos se ven en generaciones y que requiere de apertura y generosidad para oír la voz y contar con […]