Pablo Ortúzar y el legado de Piñera: “Ahora a la derecha le falta una segunda ola modernizadora”

El investigador del IES, Pablo Ortúzar, es antropólogo social y Magíster de Análisis Sistémico aplicado a la Sociedad por la Universidad de Chile. Actualmente cursa estudios de Doctorado en la Universidad de Oxford. “Para Piñera, los desafíos eran siempre de acción y no de comprensión. Y él guiaba la acción, siempre, con energía infinita. Eso facilitaba que la centroderecha descansara mucho en Piñera, pero también que no creciera, que no se institucionalizara más y que no generara una mayor capacidad reflexiva”, afirma.

 -Aunque tienen fama de disciplinados, ¿crees que los comunistas han sido un constante dolor de cabeza para Boric?  

-La fama de confiables y de demócratas de los comunistas es un invento de ellos mismos, una pieza de propaganda. Nunca han sido ninguna de las dos cosas. Cuando han estado en el gobierno, siempre ha sido con un pie en la calle. Y cuando han visto la posibilidad de derribar gobiernos democráticos de signo contrario, como en el caso del último de Sebastián Piñera, siempre la han tomado.

Eso, sin mencionar que no quisieron ser parte ni de la transición democrática ni del acuerdo de noviembre. No sé si retrógrado sea la palabra para definirlo, pero el comunismo es una ideología totalitaria y los partidos comunistas lo que promueven, al final del día, es un orden totalitario.

-¿Qué aportan al Gobierno?

-El principal aporte comunista es uno negativo: si están adentro del gobierno es menos probable que atornillen al revés que si están afuera. Pero más allá de eso, para el gobierno son como un abuelo estalinista por cuya conducta hay que estar pasando vergüenzas y pidiendo disculpas constantemente.

-Gabriel Boric tuvo palabras positivas sobre Piñera tras su trágica muerte y lo poco que queda del octubrismo salió a festejar su deceso. ¿Cuál es tu opinión sobre la reacción de Boric y la izquierda dura ante su fallecimiento?

-A estas alturas las reversiones de chaqueta del Presidente son tantas, que su sinceridad sólo podrá ser juzgada a partir de su conducta de ahora en adelante. Pero su postura, la que expresó en el funeral, es correcta y le hace bien al país. Hay que ver si puede construir desde ahí. Respecto al mundo octubrista, creo que en su mayor parte se trata de personas que odian Chile y que, en buena medida, se odian a ellos mismos.

Mucha gente vivió el estallido como un momento de liberación por la vía de la inversión o cambio de valores que es propia de los carnavales, pero los carnavales se terminan. Los que pretenden seguir para siempre hablando y actuando desde el feísmo y el afán de destruir, claramente tienen un perfil patológico.

-El PC criticó duramente a Boric por su mea culpa, cuando reconoció que como diputado había exagerado el conflicto y tomado una actitud intransable con el ex Presidente. ¿Cómo afecta al actual mandatario esta disputa al interior de su coalición?

-Depende. Hay que ver las encuestas. Si el apoyo al Presidente se mantiene o sube, quiere decir que es irrelevante, a nivel de la opinión pública, la postura comunista. Y eso le daría margen a Boric para seguir adelante y convertir sus palabras en algo concreto.

-¿El papel de Camila Vallejo se ha ido opacando debido a este soterrado enfrentamiento entre las dos almas del oficialismo? El Presidente la nombró  coordinadora con las autoridades regionales tras los incendios de Valparaíso. ¿Son justas las críticas que ha recibido?

-Ella tiene un mandato claro, que es perfilarse políticamente todo lo posible. Eso implica que está blindada adentro del gobierno -los voceros para temas complicados siempre son otros-, pero también está blindada internamente en el PC. No la usan para pelear con el gobierno. Lo que sí le puede salir muy caro ahora a Vallejo es ser rostro de una reconstrucción fracasada en la Quinta Región, si es que no lo hacen bien.

-Andrés Allamand, que fue ministro suyo -y también adversario en algún momento-, dijo que Piñera sería honrado como uno de los más grandes líderes políticos de Chile de la historia moderna. ¿Estás de acuerdo?

-Sin duda, creo que es un hecho objetivo. Ganó dos veces la presidencia de la República, la primera 50 años después del último Presidente de derecha. Basta eso para que pase a la historia, pero también está su prodigiosa capacidad para enfrentar desafíos técnicos desde el ejecutivo, que fija estándares de clase mundial para los presidentes que vengan.

-¿Cuáles fueron las luces y sombras de su actuación política?

-A nivel de su estilo de liderazgo, los principales problemas de Piñera eran su personalismo y su realismo ingenuo: él pensaba que todos entendían el mundo igual que él, y que los desafíos eran siempre de acción y no de comprensión. Y él guiaba la acción, siempre, con energía infinita. Eso facilitaba que la centroderecha descansara mucho en Piñera, pero también que no creciera, que no se institucionalizara más y que no generara una mayor capacidad reflexiva.

-¿Qué tan clave fue el fallecido ex Presidente para la modernización de la derecha?

-Muy importante en cuanto a su democratización. Ahora a la derecha le falta una segunda ola modernizadora que apunte a su institucionalización.

 Para seguir leyendo entrevistas de Ex-Ante, clic aquí.

Académico UAndes, Daniel Mansuy sostiene que el mea culpa del Presidente Boric supone “que llegó al poder sacando provecho de un enorme equívoco”. Pero también apunta los sectores de la derecha, que no han hecho una autocrítica de su deslealtad.https://t.co/Da6jD2ZsVK

— Ex-Ante (@exantecl) February 13, 2024