Una de las cosas más curiosas en esta elección, es que a Kast le conviene que haya una Nueva Constitución. El partido Republicano no fue firmante del acuerdo que llevó a este nuevo proceso, y de manera clara ha dicho cada vez que puede que no le interesa cambiar la Constitución vigente. Su campaña no era de propuestas constitucionales, sino de queja respecto a la grave situación que vive el país, y de oposición clara al gobierno.
El liderazgo de Kast tiene un problema con el tiempo. Resulta que faltan casi 3 años para la elección presidencial, y el riesgo de desgaste es evidente. En todas las elecciones anteriores, los que iban primero no fueron quienes dieron la pelea final. Un ejemplo dramático de ello es que la encuesta Criteria, de septiembre 2019, mostraba que las intenciones de voto la lideraban Beatriz Sánchez y Joaquín Lavín.
No puede sostenerse en el tiempo una hegemonía basada solo en la crítica. Los republicanos han sido efectivos en su crítica a Boric, y también en sus disparos a Chile Vamos, acusándolos de tibios. Han soltado a sus demonios, consistentes en granjas de bots en redes sociales y diputados estridentes. Eso funciona bien como estrategia de demolición, pero no es eficiente para construir propuestas.
Kast tiene plena conciencia de la volatilidad de su resultado. Sus primeras palabras fueron para culpar al gobierno de sus números, dejando claro que entiende que la votación no es algo pendular como dijeron en la Moneda, ni un giro conservador como estudiaron otros, sino tiene mucho de crispación y enojo. Su campaña directa, sin eufemismos, sumado al desplome de Parisi, le dio una victoria circunstancial.
Para hacer la paradoja aún más enrevesada, la tentación de la izquierda de rechazar es enorme. Algunos lo dicen en tono de broma que les dieron a elegir entre la constitución de Pinochet y la constitución de Kast. También el temor de un texto más conservador, que deba firmar el presidente hace que muchos prefieran el Rechazo y quedarse con la misma constitución contra la cual salieron a las calles.
Para seguir leyendo columnas de Ex-Ante, clic aquí.
Ver esta publicación en Instagram
El jefe de Asesores del Segundo Piso de La Moneda enfrenta el peor momento de su hasta ahora exitosa carrera a raíz del Caso Convenios, donde también salió a la luz su linaje político, que le ha valido el apodo de El Príncipe en la interna del Frente Amplio. Esta es su historia.
En cines y plataformas, se estrenan algunas películas que son perfectas para ir en familia (no para peques muy peques); otras para amantes del misterio y una que es ¡indispensable! para cinéfilos. Ojo con lo que llega la próxima semana.
Cuando Milei tuitea “tenemos que hablar, Elon”, lo que se percibe es un presidente proactivo, preocupado de atraer inversiones, y dispuesto a sentarse rápido con el hombre más rico del mundo para concretar negocios que sean buenos para su país. Eso es lo que echamos de menos.
No hay que sentarse en los laureles. Chile ha decaído en los indicadores de percepción de la corrupción en los últimos 10 años y no hay semana en que un escándalo no golpee a la ciudadanía. Estas crisis deben ser oportunidades con visión de Estado para fortalecer nuestra institucionalidad y aislar a quienes están dispuestos […]
Si queremos salir del hoyo en que estamos, requerimos de nuevos líderes que nos hagan recuperar la estructura normativa, pero de manera más ética y no autoritaria. Necesitamos urgentemente salir del marasmo y la anomia, para mirar el futuro con esperanza.