John Allen, vaticanista y biógrafo de Benedicto XVI: “Karadima era el Marcial Maciel chileno”

El escritor y editor del medio especializado Crux plantea que el caso de Fernando Karadima tiene implicancias que van más allá de las fronteras de Chile. Por una parte reveló la resistencia de la Iglesia Católica a dar crédito a las acusaciones contra los clérigos que atraen vocaciones o recursos a la institución y, por otra, sirvió para que el Papa Francisco reformulara las leyes sobre encubrimientos de abusos, aunque la aplicación de estas nuevas normas sigue siendo acotada.

“Karadima está en la galaxia de los sacerdotes pedófilos icónicos”. John Allen, editor del medio especializado en la cobertura del Vaticano Crux y autor de 11 libros, entre ellos una biografía de Benedicto XVI, analiza la muerte del expárroco de la Iglesia El Bosque, Fernando Karadima, uno de los sacerdotes más influyentes del país, cuya figura comenzó a caer en 2010, cuando se hizo pública la investigación eclesiástica por abusos en su contra, la que terminó con su expulsión del sacerdocio en 2018. Murió este domingo de una insuficiencia renal. Tenía 90 años.

Es conocida la conmoción que causó en Chile el caso de Fernando Karadima, pero ¿cuál ha sido su impacto a nivel internacional?

Está fuera de duda que Karadima es una de esas figuras que trasciende su propio país, porque no es sólo gente de Chile la que ha seguido el caso Karadima, sino que católicos de todo el mundo (…). Creo que Fernando Karadima está en la galaxia de los sacerdotes pedófilos icónicos que han conmocionado la conciencia católica. Está en el mismo grupo de, diría, John Keegan y Paul Shanley de los Estados Unidos, o Brendan Smith de Irlanda. Es una de esas figuras cuyos abusos fueron tan notorios y generaron una reacción tan fuerte que se han transformado en un símbolo global de la crisis de abusos de clérigos en la Iglesia Católica.

Usted ubica a Karadima en una galería católica de la infamia. En esa lista, ¿cómo se explica a alguien que, por un lado, llevó a cerca de 50 jóvenes a, supuestamente, encontrar su vocación sacerdotal y, por otro, era un depredador sexual?

No creo que nadie pueda explicarlo, sólo sabemos que pasa. La evidencia recogida hasta ahora en estos escándalos muestra que con bastante frecuencia estos pedófilos seriales son figuras extraordinariamente carismáticas, que tienen esta perversa habilidad para compartimentalizar diferentes aspectos de su vida, así que por un lado pueden ser grandes recaudadores de fondos, como el padre Marcial Maciel Degollado, el padre de Los Legionarios de Cristo, que es el principal símbolo de esto; que es alguien que podía ir a Roma a tener reuniones con autoridades de alto nivel del Vaticano y de vuelta en México tener un extraordinario éxito reclutando jóvenes para el sacerdocio, además de dinero para los Legionarios y al mismo tiempo vivir esta doble vida (…). Y lo mismo vale para Karadima, Keegan y Brendan Smith.

¿Karadima era el Marcial Maciel chileno?

Creo que era el Maciel chileno, absolutamente.

¿Cree que el éxito de Karadima en llevar a jóvenes al sacerdocio dificultó que fuera investigado eclesiásticamente?

Su éxito formando vocaciones es parte de las razones por las que creo que fue tan difícil para las autoridades eclesiásticas creer las acusaciones en su contra y les tomó tanto tiempo comenzar una investigación.

¿Pero fue solamente descreer de las acusaciones o fue encubierto por los obispos chilenos?

No he reporteado suficientemente la situación en Chile para saberlo y responder a esa pregunta, pero lo que puedo decir es que el patrón en otras partes del mundo es que al principio hay gente en posiciones de poder que simplemente no quiere creer las acusaciones que están siendo presentadas en contra de estos sacerdotes rockstars, y que por tanto las atribuyen a enemigos de la iglesia, o a sensacionalismo de los medios de comunicación, o a abogados buscando dinero, y no los toman en serio. Y a la iglesia generalmente le toma dolorosas experiencias cambiar, y Karadima es ese caso icónico que finalmente rompió ese clima de negación en la iglesia chilena.

¿En este caso el encubrimiento es una posibilidad o lo descarta?

¿Si es posible?, Claro que lo es. Hemos visto encubrimientos por parte de obispos en otras partes del mundo, pero, como dije, no estoy en posición de comentarlo.

¿Fue particularmente lenta la iglesia chilena en este caso?

No sé si Chile fue particularmente lento, pero si se puede formular una queja es que cuando irrumpió el caso Karadima en Chile, esto ya había ocurrido en Canadá, ya había ocurrido en Estados Unidos, en Alemania, en Irlanda, entonces había lecciones obvias que debieron haber sido aprendidas y parece que los obispos chilenos fueron muy lentos para ponerse al día.

El Vaticano condenó en 2011 a Karadima por abusos, pero durante los próximos 7 años la Iglesia chilena trató el caso como el de una manzana podrida, hasta que en 2018 el Papa Francisco habló de que existía una cultura de abusos en la Iglesia…

Fue un error muy común a nivel mundial. Al principio, hubo una negación absoluta de los obispos en el mundo de que cualquiera de sus sacerdotes fuera capaz de este tipo de cosas; luego, cuando la evidencia en contra de un sacerdote en particular se volvía abrumadora e innegable, los obispos mudaban a decir que estas (acusaciones) eran ciertas en ese caso, pero que se trataba de un caso aislado. Fue sólo después de que la realidad fue clara, que los obispos fueron forzados a adaptarse a la realidad. Y esa realidad es que es cierto que la mayoría de los sacerdotes son personas buenas y decentes que están tratando de hacer la obra de Dios, pero que también es cierto que hay una impactante minoría de sacerdotes que a lo largo de los años se han involucrado en abusos a menores impunemente, y que es un problema sistémico y que el sistema es el que tiene que cambiar. Y creo que es justo decir que los obispos fueron lentos en aceptar eso y en tomar acciones.

¿Eso también se aplica para el Papa Francisco? Su viaje a Chile en enero de 2018 estuvo marcado por la defensa que hizo del obispo Juan Barros, uno de los discípulos de Karadima…

Creo que cuando se escriba la historia del papado de Francisco, Chile será recordado como el punto de inflexión para este papa en cuanto al problema de los abusos sexuales. Es claro que cuando fue a Chile estaba totalmente convencido de que Barros estaba limpio y que las acusaciones en su contra estaban motivadas políticamente. Y creo que Francisco quedó impactado, porque fue la primera vez que iba a un lugar donde había protestas y voces críticas muy públicas; él no había experimentado eso antes, así que creo que volvió (al Vaticano) preguntándose: qué me perdí. Y claro, luego envió a (Charles) Scicluna y a (Jordi) Bertomeu y concluyeron (en su informe) que Barros no estaba limpio y que había un sistema podrido que arreglar.

Y desde ese punto en adelante diría que Francisco ha sido mucho más agresivo. Así que creo que es justo decir que Chile y Barros gatillaron una especie de conversión en este papa con consecuencias significativas en la forma en que ha manejado esto.

Luego de eso los obispos chilenos viajaron a Roma y pusieron en masa sus cargos a disposición. ¿Fue un hecho relevante o un gesto vacío?

Ciertamente fue relevante. Creo que generó mucha confusión en ese tiempo, porque la mayoría de la gente asumió que todos esos obispos ya estaban sin trabajo, lo que por supuesto no era lo que significaba. Pero hasta ahora es la única vez en que eso ha ocurrido, en que todos los obispos de un país en particular hayan ofrecido su renuncia por un escándalo de abuso sexual. Ahora, los críticos podrán decir que relativamente pocos de ellos realmente se fueron y varios todavía andan dando vueltas, entonces cuál era su significado, pero creo que el simbolismo de lo que se hizo es importante.

Volviendo a Francisco, ¿han sido suficientes los cambios implementados en su papado o se quedan en lo simbólico?

Puedo decir que los expertos en esta área dirían que las nuevas leyes adoptadas por el Papa Francisco son fabulosas: hacen exactamente lo que necesita hacerse. El problema es la implementación. Toma por ejemplo el documento Vos Estis (lux mundo de 2019, que se traduce como Ustedes son la luz del mundo), que establece (…) que se tienen que procesar los encubrimientos y no solamente el crimen. El problema es que virtualmente nadie ha sido procesado bajo esta nueva ley y los que lo han sido han sido principalmente por abusos y no por encubrimiento.

¿Por qué ha ocurrido esto?

La mayoría de los observadores dirían que la nueva legislación que ha implementado Francisco es muy buena, el problema es la voluntad política para hacerla cumplir en casos concretos.

Y eso qué significa, ¿qué el Papa tiene insuficiente poder?

Bueno, él es el Papa. Creo que hay una multiplicidad de maneras de explicarlo y algunas tienen que ver con la burocracia, algunas tienen que ver con que hay otras prioridades, porque ahora, mientras hablamos, el juicio Vaticano del siglo está en desarrollo; los cargos de fraude y malversación en contra de (Cardenal) Becciu… así que creo que tiene que ver con escoger tus peleas.

En este escenario que describe, ¿cuánta influencia está perdiendo la iglesia Católica por el caso Karadima y otros similares a nivel mundial?

Eso es casi imposible de medir, pero creo que es probablemente justo decir que esta es la mayor crisis para la Iglesia Católica desde la reforma protestante y la reforma protestante le costó a la Iglesia Católica la mitad de Europa. Las pérdidas debido a la crisis de abusos sexuales y la pérdida de autoridad moral y credibilidad, probablemente tendrán un correspondiente impacto en el tiempo.

¿Se volverá irrelevante en Latinoamérica?

La Iglesia Católica nunca será irrelevante en Latinoamérica, pero ciertamente creo que podría volverse más reducida; que podría haber pérdidas reales relacionadas con todo esto, particularmente si los obispos de otras partes de Latinoamérica no se montan en esto ahora y permiten que sus propios casos Karadima les estallen en la cara. Si hacen eso, el resultado va a ser desastroso.