Intercambio de WhatsApp en el PPD revela terremoto interno tras derrota en la presidencia del Senado

“Esto representa la mayor derrota política que he visto del PPD”, escribió el ex ministro Sergio Bitar en un grupo de WhatsApp de militantes del partido. El comentario lo acompañó con críticas directas al presidente de la colectividad, Jaime Quintana. Al interior de la tienda oficialista consideran que no solo se debe responsabilizar a la oposición por incumplir un acuerdo administrativo para que un PPD -en este caso el senador Pedro Araya- llegara a la presidencia de la Cámara Alta, sino también se debe hacer frente a una serie de malas decisiones al interior de la colectividad.

Qué observar. La tarde del martes, dicen al interior del PPD, se transformó en una jornada para el olvido. Tras semanas de negociaciones internas para elegir a Pedro Araya como la carta del oficialismo para presidir el Senado, en la Cámara Alta se rompió el acuerdo administrativo que estaba en curso hace dos años y que debía llevar a un PPD a la testera de la Corporación.

• En Demócratas, la UDI y Evópoli acusaron al oficialismo de incumplir un acuerdo toda vez que una vez iniciada la sesión de la sala aún no se autorizaba que Ximena Rincón (Demócratas) llegara a la comisión de Hacienda, lo que tuvo como resultado una estrepitosa derrota para el oficialismo, el gobierno, y en particular para el PPD: Pedro Araya obtuvo 22 votos, en contraste de los 27 votos que obtuvo el RN José García Ruminot.

Mensajes de WhatsApp. “Veo que ya está prácticamente consumada nuestra derrota en el Senado. Una suma de torpezas, pequeñeces e incompetencias. Otro signo de un deterioro institucional muy delicado”, escribió en un grupo de WhatsApp interno del PPD el ex diputado y ex ministro Jorge Insunza.

• Se trató de uno de los mensajes críticos que se realizó internamente en la colectividad liderada por el senador Jaime Quintana, en medio de la votación para definir al presidente del Senado.
• Pero Insunza no fue el único que escribió y tampoco fue el más duro.
• Sergio Bitar, quien fue ministro en los gobiernos de Salvador Allende, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, fue aún más directo: “La derrota en la presidencia del Senado es de todo el oficialismo, y en particular del Socialismo Democrático, y peor aún, del Partido Por la Democracia. Y siendo presidente del partido un senador, es un resultado inexplicable e inaceptable”.
• Añadió que “las consecuencias son muy graves, genera una pérdida de fuerza, de credibilidad y de conducción, no solo interna del partido, sino de su proyecto de sociedad. Esto representa la mayor derrota política que he visto del PPD: entregar por ineptitud presidencia del Senado en los últimos años del gobierno. El presidente debe dar una explicación”.
• José Antonio Ramírez, constitucionalista del PPD, escribió lo siguiente: “Comparto el diagnóstico de Sergio. Hay primero una responsabilidad de la presidencia del PPD y la falta de gobernabilidad interna. Esto no es un hecho aislado sino que ha sido reiterado, sumado a nuestra ausencia en los temas de fondo que importan a la ciudadanía. Debió darse una señal hace tiempo de unidad en la elección del pdte del Senado y sumar así compromisos y adhesiones”.
• “Obviamente la derecha aprovecha estas nuevas graves falencias y logra acuerdos que son un duro revés para el oficialismo y la social democracia. Hagamos la autocrítica y un esfuerzo real de reconstrucción”, planteó Ramírez en el mismo grupo.
• “Es el signo visible que el partido está en una crisis severa. Derrota sin precedentes para el PPD”, explicitó a su vez el ex diputado Marco Antonio Núñez.

Reunión fallida con los diputados. La situación interna en el PPD, dicen diversas fuentes del sector, es compleja. Los diálogos en ese grupo de WhatsApp representan un sentir entre varios representantes de la colectividad oficialista, que plantean que lo ocurrido en la tarde del martes en el Senado no solo se tiene que interpretar como un “incumplimiento de un acuerdo” por parte de la la derecha, sino que también como errores por parte del PPD.

• El primero, plantean, es haber esperado hasta último momento el elegir un nombre de consenso para la presidencia del Senado.
• Y el segundo, haber dilatado incluso ya comenzada la sesión para entregar el documento firmado que autorizaba el cambio entre Ricardo Lagos Weber y Ximena Rincón en la comisión de Hacienda. Ese hecho, especifican, permitió que la UDI, Evópoli y Demócratas acusaran al oficialismo de incumplir el acuerdo.
• Esta mañana, el senador Quintana dijo lo siguiente: “Lo único que trate de cautelar, en un tema que no es del partido, algunos quisieran llevarlo al partido pero esto nunca ha sido del partido, es un tema de la bancada, pero a pesar de eso, cuando habían cuatro interesados, legítimos, todos a presidir la mesa del Senado, yo traté de salvaguardar la unidad. La bancada no tiene ningún quiebre. Si hay roces en el partido esa otra discusión”.
• Los problemas en el PPD se agudizaron el mismo día de la votación.
• La semana pasada, la bancada de diputados había programado una cena para las 19:30 horas con la directiva de la colectividad oficialista.
• De los nueve diputados, llegaron ocho: Sólo Carlos Bianchi se ausentó y por motivos personales explicitados de manera anticipada.
• De la directiva del PPD, llegó el secretario general José Toro y el vicepresidente Cristóbal Barra.
• Quintana, presidente de la tienda oficialista, no llegó. Y, según dicen diversos diputados, tampoco se justificó. Esto último fue considerado como una desconsideración por parte del timonel.

Control de daños. Entre los parlamentarios del PPD hay preocupación por la relación interna del partido, pero también con el gobierno. Algunos consideran que lo ocurrido en el Senado es también responsabilidad de la ministra Carolina Tohá, toda vez que apuntan a ella como quien intentó que Pedro Araya no fuera el elegido del partido para presidir la Corporación (y en su lugar estuviera Lagos Weber). El problema, dicen, es que el gobierno no ha hecho control de daños sobre lo sucedido en la votación del martes, que estableció un nuevo equilibrio de fuerzas en la Cámara Alta y afianzó la alianza política de Chile Vamos con los llamados partidos bisagra, como Demócratas.

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