El académico de la Universidad Diego Portales entrega su mirada sobre cómo se desarrollarán las primarias en Chile Vamos, porqué cree que Desbordes se fortalecerá en las encuestas una vez que RN se ordene y apunta duras críticas hacia Sichel.
—¿Cómo afecta la crisis interna de RN la candidatura de Mario Desbordes? Fue elegido abanderado oficial de RN, pero en mitad de un escenario turbulento y confuso.
—El ideal es que no hubiera discusión con roces, pero es política y RN -sin ser militante conozco bien su historia-, tiene la fuerza de un partido que después de las peleas, todos son capaces de organizarse y trabajar por una causa común. Además, distinguiría lo que se dice al calor de la contienda y después. Es un hecho que Desbordes contaba con una mayoría del consejo general, y, por otro lado, no me imagino que Chahuán se vaya a retirar, probablemente va a competir por la presidencia del partido.
—Pero existe una clara disidencia en RN que se niega a sumarse a la campaña de Desbordes.
—Lo que va a pasar es que naturalmente va a haber un grupo más entusiasta y un grupo menos entusiasta, pero cuando RN se tenga que enfrentar a otros partidos -porque la UDI va a llevar un candidato fuerte-, se va a unir. Una vez que se empiecen a desplegar los partidos, se empiece a mover la UDI y RN se vea amenazado por la candidatura de la UDI, probablemente RN se va a ver apremiada a trabajar por el candidato más cercano a sus ideas.
—Desbordes busca instalar un giro hacia el centro que cierto sector de RN se resiste.
—RN viene dando como partido un giro dentro de la centroderecha, acercándose al centro desde hace un tiempo. El 2014 cuando asumió Cristián Monckeberg como presidente del partido, hicieron un congreso ideológico y cambiaron la declaración de principios, incorporando principios de centroderecha europea tipo Unión Demócrata Cristiana de Alemania, se incluyó la solidaridad adentro de la declaración, un llamado a que el mercado funcionara bajo reglas estrictas de respeto con la competencia y reglas del juego, ya en esa época hubo un giro hacia el centro. Después el 2016, RN fue super relevante en la conformación de Chile Vamos, siendo el partido que más se la jugó, contra la oposición de Evópoli, por ejemplo, con que se incorporaran principios políticos y se dejara atrás el economicismo de la derecha. Y después hubo un tercer hito importante en este giro hacia el centro: incorporación de RN en la internacional demócrata del centro. Ese giro ideológico yo creo que lo encarna la dupla Desbordes-Monckeberg y su grupo que los apoya y rodea, el giro de RN no es una jugada personal de Mario.
—Ese giro ideológico hacia el centro, conlleva a que dirigentes como Carlos Larraín, figuras más de la derecha dura al interior de RN, ¿van quedando obsoletas?
—Lo que queda obsoleto más que personas – no creo que Larraín quede obsoleto -es un tipo de discurso que antes era fuerte en RN. El discurso neoliberal caló super hondo, pero hoy toma fuerza la tesis de que es un orden político legitimo la base del desarrollo del país; económico, cultural, educacional y no como dice Friedman en la economía neoliberal como base de todo lo demás. No veo a Carlos Larraín muy lejos de esa tesis, él no de la derecha dura economicista, eso me consta.
—¿Cómo se recompone RN? ¿Debiese contar con una directiva más amplia que represente las distintas facciones del partido?
—En ese tema reconozco mis limitaciones, pastelero a tus pasteles, yo estoy más en la línea ideológica, pero creo que RN tiene una capacidad infinita de ponerse de acuerdo tras los conflictos.
—Usted plantea que existirá un cambio radical del escenario de la candidatura de Desbordes luego de este fin de semana, ¿en qué se sustenta ese cambio radical?
— Este fin de semana cuaja una nueva opción con el principal partido del país y con una propuesta ideológica política renovada. Una vez que RN tenga su candidato, el escenario cambia fundamentalmente porque se ordenará RN detrás de un nombre y vamos a tener dos candidaturas fuertes: la de Lavín y la de Desbordes, que son las candidaturas de los partidos más grandes de Chile. Y habrá candidaturas anexas como la de Ignacio Briones o Sebastián Sichel, que son personas virtuosas pero que no tienen despliegue territorial. Sichel tiene donantes que le ponen mucha plata, eso suena en la interna, pero no tiene despliegue territorial. Y Briones es muy competente, pero tiene un partido muy chico.
—¿Por qué Evelyn Matthei no tiene cabida en su análisis?
—Sin desmerecerla, porque tiene muchos méritos, creo que salvo que pase algo inédito, sería raro que Matthei fuese la candidata de la UDI y no Lavín que al parecer es el más competitivo. Creo que lo más probable es que sea Lavín, Desbordes, Sichel y Briones. Y ahí tú tienes los partidos que tienen despliegue territorial que son la UDI y RN. Así se va a jugar el tema.
—¿El exministro tiene oportunidades reales de ganar las primarias? El escenario Lavín – Desbordes que plantea hoy no lo reflejan las encuestas. Desbordes marca muy por debajo de él, Matthei y Sichel.
—Lavín es un tremendo candidato, siempre le reconozco cierta genialidad: plantear en la comuna más rica de Chile como alcalde el problema de la integración territorial eso es pura genialidad. Ahora, mi problema con Lavín es que no se va a lograr generar confianza respecto a si es algo distinto al cosista de los 90 y tiene capacidad de generar un liderazgo de Estado. Y ese problema se junta con que no tiene dónde mostrar que tiene liderazgo de Estado, en cambio Desbordes ya lo hizo como presidente de RN al plantear el acuerdo del 15 de noviembre y una visión de estado clara. Por otra parte, Lavín tiene la capacidad de ser buen candidato, tiene un partido gigantesco detrás, corre con ventaja en las encuestas, hay que reconocerlo. Pero el escenario va a cambiar.
—¿Fue un error que Desbordes haya aceptado ser ministro de Defensa? Perdió relevancia dicen algunos.
—No voy a negar que a mí me sorprendió la decisión que tomó. Pero la explicación es bien sensata. Hoy no está el gobierno entre la vida y la muerte, los procesos electorales se llevan la agenda. Pero cuando Mario asumió, era distinta la situación. Uno de los grandes problemas que había tenido el gobierno es que el uso de la fuerza no estuvo políticamente calculado. La entrada a Desbordes a defensa daba garantías de que el uso de la fuerza iba a hacerse con criterio político. Ahora, sin duda que fue una decisión más de arrojo y con el corazón. Probablemente si hubiera que hacer un cálculo político si diría que se perdió tiempo.
—¿Cuál sería el principal valor agregado de él por sobre los otros candidatos?
—Es el único que a estas alturas ha hecho un diagnostico político de la situación, del problema de legitimidad del sistema político y económico. Vio que había un desajuste entre los anhelos populares y las instituciones y los discursos, y es el único que ha actuado en consecuencia: es el artífice del acuerdo del 15 de noviembre. El culpable de que hubiera que tocar la constitución al final, fue un gobierno que se negó a abrir una agenda de reformas estructurales-económicos-sociales.
—¿Representa Sichel un problema o amenaza para Desbordes considerando que ambos miran el centro con atención?
—No creo. Sichel tiene recursos y eso en política es importante. Pero yo creo que más importante que los recursos económicos, es la trayectoria política, las convicciones que uno pueda transmitir por el testimonio de vida que ha dado y la capacidad de tener discurso político. Y en todos esos asuntos creo que Desbordes anda mejor que Sichel. Él viene de la DC, después se pasó al grupo de Velasco, se pasó a la derecha y el punto es que ahora está más radical que nunca y es como un UDI buena onda. Y su propuesta política es la vieja derecha: vamos a reactivar la economía, repartir un poco de meritocracia, pero eso no tiene mucho sustento, es una propuesta liviana que no se hace cargo del problema real del país: reconstruir la confianza, legitimidad política.
— ¿Cuáles son los objetivos, las metas del equipo? ¿Repuntar rápido en las encuestas?
—Hemos estado trabajando con un equipo de economistas, de gente de otras disciplinas como sociología, historia, preparando una propuesta que sea política y económicamente sustentable. La idea es contar con un planteamiento que sea a la vez político y se haga cargo del tema de la legitimidad y tenga capacidad de operar con responsabilidad en materia económica.
—¿Dónde están puestos los énfasis de su candidatura?
—Nosotros le hemos dado el nombre de Republicanismo Popular. ¿Qué significa eso? Distinguimos tres ejes o tensiones en los cuales se debieran plantear la recomposición de legitimidad política del sistema. 1. Estado central en relación con los territorios. Como redefinir la institucionalidad territorial ya sea reagrupando comunas, haciendo macro regiones con competencias políticas, parlamentos regionales, con intendentes elegidos. Un regionalismo político fuerte. 2. Hay otro eje que es sociedad civil-estados, donde se fortalece la idea de que el estado fortalezca con subsidiariedad activa, solidaridad la sociedad civil. 3, Relación estado y mercado quedó en que colaboren ambos pero que a la vez que el estado, a la vez que incentiva el mercado, lo controle para evitar abusos.
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