Georges de Bourguignon y la economista favorita del FA: “Sus ejemplos son de países desarrollados y la realidad de Chile es distinta”

Georges de Bourguignon Covarrubias es gerente de Inversiones y Nuevos Negocios de Asset y como tal conoce las variables del mercado, pero no es apocalíptico sobre la llegada al poder de Gabriel Boric. Este jueves se publicó una comentada carta suya en El Mercurio sobre el lugar que ocupa la italiana Mariana Mazzucato entre las principales influencias teóricas del próximo gobierno. Ella propone, entre otras cosas, una participación activa del Estado en la innovación e industrialización de cada país, cosa que según de Bourguignon debe tomarse con cautela. “No existe una varita mágica para el desarrollo”, dice.

-Como economista, ¿qué te llama la atención de Mariana Mazzucato?

-Yo estudié políticas públicas en Columbia, con Stiglitz, con Ocampo, como profesores. Y la Mariana Mazzucato iba a dar charlas y  tuve la oportunidad de escucharla. Me parece sin duda que trae ideas súper frescas para pensar cómo ir alcanzando el desarrollo.  Ahora, lo que postula Mazzucato es relevar el rol que ha tenido el Estado en la creación de nuevas tecnologías, en la innovación para ir creando nuevas industrias. Y eso tiene sus bemoles.

-¿Qué ejemplos entrega?

-En el caso de EEUU fue una agencia estatal la que creó internet y luego el sector privado desarrolló múltiples aplicaciones comerciales. También habla del caso del Proyecto Apolo, que llevó el hombre a la Luna, un gran avance tecnológico que después tuvo impacto en otras industrias como la de las telecomunicaciones. Pero no se puede tomar y copiar.

-¿Por qué?

-Una de las cosas que aprendí de mis profesores en EEUU es que no no hay una receta o un set de reglas que se puede aplicar a rajatabla en cualquier país del mundo. Siempre es importante tener en consideración que el contexto de cada país es único. Cuando leo a Mazzucato, los ejemplos que ella da son de países desarrollados. La realidad de Chile es distinta. La innovación y la creación de tecnologías  y de nuevas industrias son procesos complejos y requieren de la participación activa de todos los actores de una sociedad. Y en ese sentido, tanto el sector privado como el Estado tienen un rol relevante que jugar.

-¿Hay experiencias en Chile de alianzas público-privadas exitosas, como las que propone Mazzucato?

-A través de Fundación Chile fue una colaboración público privada que ayudó a la industria de salmones. A través de Corfo se han ido promoviendo programas como Startup Chile. Gracias a fondos que promueven la industria venture capital, se ha ido permitiendo la generación de un ecosistema de nuevos emprendimientos tecnológicos. Lo mismo podría reconocerse en el esfuerzo que ha hecho el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, con la promoción del hidrógeno verde.

-¿Cuál es tu conclusión?

-Las ideas de Mazzucato deben ser tomadas con cautela, pues se podrían interpretar como una invitación a que el Estado tenga un rol empresarial en la economía, y esas son ideas que ya han mostrado haber fallado en el pasado. Donde el enfoque de Mazzucato parece interesante es en la promoción de innovación, en conjunto con el sector privado, para la creación de nuevas industrias que deben lograr ser sustentables sin la ayuda estatal en el mediano plazo. Creo, por ejemplo, que en el litio hay un espacio para un círculo virtuoso en la colaboración público privada. Pero no existe una varita mágica para lograr el desarrollo.

-Ella plantea subir los impuestos corporativos. ¿Hay espacio en Chile para eso?

-Hoy día estamos con una economía en la cual el crecimiento en 2021 ha estado sustentado en el consumo. Y lo que uno percibe es que las inversiones se han ido enlenteciendo. Cuando uno sube los impuestos, lo que hace es desincentivar aún más las inversiones. Por lo tanto subir los impuestos es una herramienta que hay que usar con mucho cuidado, de tal manera de mantener los equilibrios. Al mismo tiempo hay que entender que son una herramienta útil para hacer una distribución de la riqueza del país.

-¿Las recetas de Mazzucato son factibles?

-Ninguna receta puede ser tomada sin considerar la realidad local. La de Muzzacato es una teoría, que nadie ha podido demostrar. Y si ha funcionado en un país no significa que pueda funcionar en otro.

-En tu carta dices que Muzzacato ha influido bastante en el Frente Amplio.

-La tienden a citar bastante. Es un referente ideológico para el desarrollo del país. Jackson escribió un libro contra las patentes, que es un tema que Mazzucato ha impulsado. Y dijo que no estaba dentro de su agenda el TPP11, que también es algo que Mazzucato ha dicho que no le parece un buen tratado. Pero lo que dice la experiencia es distinto: la práctica de Chile de haber hecho múltiples tratados internacionales ha sido muy positiva para el desarrollo económico del país. No he encontrado una crítica contundente para estar en contra el TP11.

-Tú trabajas directamente con inversiones, ¿cómo ves el ánimo del mercado respecto a Boric?

-El mercado todavía está expectante. Se ha hablado mucho de tener certezas, y eso de alguna manera en el período de elecciones estaba en su peak de volatilidad, porque habían dos propuestas de país muy distintas y eso te dejaba un poco paralizado o con dificultades de tomar decisiones. Hoy día ya sabemos que hay un escenario, que Gabriel Boric será el próximo presidente de Chile y eso ya te da lineamientos sobre cómo van a venir los próximos 4 años. Todavía hay expectativas para ver qué tipo de políticas públicas va a promover, qué tan graduales van a hacer las transformaciones y cuánta responsabilidad fiscal van a haber asociadas a esas propuestas de reformas.

-¿La inflación será una preocupación central del nuevo gobierno?

-Ojalá lo sea. Porque la inflación al final es un impuesto para todos aquellos que consumen una mayor proporción de sus ingresos. Y eso tiende a ser muy grave para los segmentos económicos de menor poder adquisitivo. Por lo tanto termina siendo un impuesto escondido y debiese ser una preocupación para Gabriel Boric, como para cualquier gobierno.

Yo  trabajo en el mundo de las inversiones, donde son muy importantes las señales y certezas que dé el gobierno. En ese sentido creo que es muy relevante que al gobierno le vaya bien, y que las fuerzas políticas no generen actitudes antagónicas. Lo ideal es buscar consensos lo más amplios posibles para seguir en una senda de desarrollo de largo plazo.