Entrevista a Patricio Fernández: “La corriente más abierta al diálogo va creciendo en la Convención”

“Los progresos son bien grandes. Partimos en un estado de caos y avanzamos hacia un orden”, asegura el constituyente Patricio Fernández, al término de la tercera semana de funcionamiento de la asamblea. Los últimos días estuvieron marcados por votaciones clave, como los alcances que tendrá la comisión de DDHH y la instalación de un bloque PC-Lista del Pueblo-Pueblos Originarios. “La idea de fundar el mundo de cero no abunda en la cabeza de la mayoría de la Convención”, dice.

¿Qué lecciones saca de las primeras semanas de Convención? 

Partimos de un caos de un mundo sin reglas, sin ninguna organización y donde arriban distintas realidades e ideologías que tienen que buscar el modo de acordar. El primer día hay una gran performance de expresividad y ahí llega Carmen Gloria Valladares representando la República. Llega con el señor Jhon Smoke que se convierte en el secretario fundamental de esta Convención y que viene de la Cámara de Diputados. Después aparece la Universidad de Chile ofertando sus instalaciones y conocimiento. Después aparece el Senado; después aparecen los abogados permanentes de la Cámara de Diputados; después aparece la Contraloría…es decir, estamos ante una Convención que se va institucionalizando, avanza de la nada a formar parte del Estado de Chile.

¿Hay una reivindicación de las institucionalidad frente a una Convención que, en parte, planteaba romper con esos códigos?

La idea de fundar el mundo de cero no abunda en la cabeza de las mayorías de la Convención. La idea de prescindir de todo lo previo, del gobierno, se va encontrando con la necesidad de funcionar. Hay un descubrimiento de la necesidad de la institucionalidad establecida. La mesa lo primero que percibe al instalarse es todo lo que falta y necesita, y todo el apoyo que requiere para existir. Ese apoyo se lo viene a dar la República, las instituciones permanentes del Estado. Hoy día hemos ido crecientemente añadiendo requerimientos de ayuda para eso. La misma Elisa Loncón mandó una carta al presidente de la Cámara de Diputados pidiendo el apoyo de sus expertos. Y así con distintas instituciones. Es decir, vamos formando parte de las instituciones del estado de Chile.

¿Cómo se han ido configurado las posturas maximalistas?

Como la Convención tiene una representación democrática bien completa, que no tiene ninguna otra institución en Chile, tienes de todo. Hay mundos más furiosos, mundos más sectarios. Hay quienes están más dispuestos al diálogo y otros al enfrentamiento. Es así y con eso nos vamos a tener que entender. Ahora tengo la impresión que hay una mayoría grande que se va articulando y que tiene como objetivo sacar adelante una muy buena Constitución y que representa a la mayoría de los chilenos. Hay otros que tienen intereses distintos.

¿Qué otros intereses?

Hay un sector de la derecha minoritario que le apuesta al fracaso de esto y que ya debe esta pensando en el rechazo del plebiscito de salida. Por otra parte parecen haber identidades también en otros mundos más preocupadas de hacerse ver, de hacer escuchar sus reclamos y de hablarle a sus propios grupos, que de hacerse cargo de esta construcción. Esas tendencias existen.

“Las primarias mostraron que no era la radicalidad lo que estaba primando”

Esta semana se ha configurado un bloque entre el PC, la Lista del Pueblo y los pueblos originarios, que ha perdido votaciones clave y han quedado minoría. ¿Se empieza a instalar una mayoría, en torno a los dos tercios, entre los sectores más moderados?

Las primarias de la semana pasada mostraron que no era la radicalidad lo que estaba primando en la voluntad popular. Yo creo que al interior de la Convención se va produciendo un cause, un núcleo con voluntad de entendimiento.

¿Ganó fuerza este sector esta semana?

La corriente más abierta al diálogo va creciendo y se va dejando ver, frente al grito más estridente. Ahora es muy importante lo que pase en la votación del próximo martes respecto al modo de elección de la ampliación de la mesa. Eso va a mostrar mucho esta situación.

¿Por qué?

La propuesta de la mesa permite la representatividad de los distintos mundos. Si se hace por votaciones papales se configura una mayoría permanente que impide que una parte salga electa. En la práctica esta forma de votar tiene como consecuencia evidente que no entre Chile Vamos. Yo creo que esto no es positivo para el funcionamiento de la Convención. La ampliación de la mesa tiene como objetivo ayudar en la dirección y, segundo, ampliar la representatividad, que los mundos se sientan representados y tengan una voz en las decisiones. Es muy importante que todos los mundos se sientan integrados, creo que es una solución democrática y fructífera y que tiende al espíritu que más me interesa ver en la convención.

Esta semana se ha visto a los convencionales del Frente Amplio tomando distancia de las posturas del PC o la Lista del Pueblo. ¿Cree usted que este sector está en una postura más abierta o de diálogo después de las primarias del domingo?

No tengo el catastro completo de las votaciones, pero sí creo que hay ahí un mundo que va dialogando. El Frente Amplio pasó a tener la posibilidad cierta de gobernar Chile, me imagino que su preocupación pasa de cualquier cosa testimonial, a una preocupación más concreta por establecer un gobierno posible y virtuoso para Chile. No tendría muchas dudas de que esto es un impulso a la maduración de propuestas y de caminos más constructivos.

La Lista del Pueblo criticó la elección de Amaya Alvez, del Frente Amplio, como presidenta de la Comisión de Reglamento por haber contado con votos de Chile Vamos. ¿Cuál es la importancia que tendrá en la comisión de reglamento? 

A mi me parece muy feliz que alguien como ella dirija la Comisión de Reglamento. Creo que va a escuchar y hacer todo para que estén bien coordinados los mejores saberes que habitan ahí. Se le criticó porque fue electa con votos de gente de derecha y ese tipo de críticas yo no las consigo entender. No veo cuál es el problema. Aquí van a venir votaciones en que se irán generando todo tipo de cruces por el bien de la convención.

“Tenemos que mostrar que esto no es una bolsa de gatos, como decía Pepe Mujica”

¿Cuán profundo es el riesgo de que el trabajo de la Convención termine desencantando a la ciudadanía y se rechace el plebiscito de salida? 

Ese riesgo está. No es fácil que la gente entienda todo lo que tiene que hacerse antes de que la Convención comience a funcionar. Hay que pasar por este tiempo de establecimiento de las normas, de rayado de la cancha. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo importante de mostrarle a la ciudadanía que esto avanza. Que esto no es una bolsa de gatos, como decía Pepe Mujica, sino que somos un mundo que busca comunicarse. Ahora tenemos que ver cómo comunicar lo que se avanza y no solo lo ruidoso.

Se ha cuestionado que algunos constituyentes hayan ido a protestas y se retrasara el inicio de la Convención porque quedaron detenidos.

No soy quién para darle esa instrucción a los miembros de la Convención, pero sí creo que es responsabilidad de quienes quieran participar eso, no debiéramos permitir que detenga el funcionamiento de la Convención ninguna actividad extra.