Cristián Valdivieso: “El presidente no tiene la credibilidad suficiente para liderar una agenda de seguridad”

El director de Criteria, Cristián Valdivieso, cree que el Gobierno ha cometido muchos errores de diagnóstico y debe resignarse a una derrota en términos simbólicos. “Resistir supone resignarse a que muchas cosas se hicieron mal o ya no son posibles. Y que la agenda que tienen que tomar es una agenda que nunca quisieron hacer. Es muy parecido a lo que le pasó a Sebastián Piñera”.

 -El Presidente Boric dijo que “vale la pena reflexionar respecto a actuaciones pasadas”. ¿Falta un reconocimiento más claro de los errores cometidos?

-Estamos frente a una situación muy compleja para el gobierno y para entender la crisis actual hay que mirar hacia atrás. Parte por la interpretación equivocada que el mundo del Frente Amplio y del PC hizo sobre el estallido social. Sobre dimensionaron el relato de la revuelta contra el modelo. Sobrevaloraron la crítica que la sociedad tenía respecto a los últimos 30 años.

-¿Leyeron mal el momento?

-Eso los hizo entrar en una suerte de ceguera revolucionaria y refundacional. Creyeron que las demandas por un cambio radical tenía un grado importante de sintonía con la sociedad. Y no vieron que todo eso era circunstancial.

-Así y todo llegaron al gobierno.

-Se instalan en La Moneda y entonces hubo otra ceguera respecto al proceso constituyente. No vieron venir un contra relato que no provenía de los medios, sino de la experiencia cotidiana de los ciudadanos. Y esa mirada se instaló contra la convención constitucional. Se impuso la idea de comprometer el gobierno en torno al Apruebo, pero era un grave error, porque la sociedad ya no estaba sintonizada para nada con esas reformas profundas.

-¿La derrota del Apruebo tuvo una lectura adecuada?

-El gobierno hace un giro importante. Pero nuevamente hubo ceguera en el mundo del presidente, que no vio venir el peso que tenía el dolor de la inseguridad en la población.  La dificultad de salir de su casa, el riesgo de no saber si se podía volver. Sobre todo el temor al narco, y al sicariato.

-Y a contramano de estos temores, el Presidente indulta a 13 personas. 

-Ese es el mejor ejemplo de cómo el presidente no vio venir o no dimensionó una vez más cómo la sociedad había girado en sus preocupaciones y sus inquietudes y cómo este relato que había partido  después del estallido social, había cambiado de manera radical.

-¿Es un fenómeno pendular?

-Sea pendular, momentáneo o puntual, había cambiado de manera radical la experiencia de la gente sobre la inseguridad. Los indultos instalaron la duda en la población respecto de cuán genuina era la convicción del presidente respecto a los temas de seguridad, y dejó una huella indeleble que va a ser imposible de borrar por el Presidente, sobre su real intención de enfrentar el orden público. Boric quedó invalidado o cuestionado como referente para hablar del orden público.

-¿Esta serie de cegueras hasta que punto golpean al Gobierno?

-Lo que yo creo es que el gobierno está absolutamente derrotado en esta batalla. El Presidente debe resignarse a que  su propuesta de refundación y de cambios no tiene ningún viso de posibilidad o probabilidad, Boric se que se da cuenta de esto. Pero no toda su coalición.

Así como el Presidente Piñera, después del estallido social, tuvo que entregar la Constitución, Boric tiene que hacer una resignación estratégica importante. Piñera, por ejemplo, tomó un rol menos visible.

El presidente Boric se va a tener que resignar profundamente respecto no solo de su programa de gobierno, sino que de los focos y las reformas que quiso emprender. El gobierno está en un momento donde tiene que resignarse y esperar que el chaparrón no lo deje totalmente empapado.

-Varios analistas señalan que el Presidente puede cambiar de opinión, pero eso tiene que venir acompañado de una reflexión, de asumir la responsabilidad por las consecuencias de sus errores. ¿Estás de acuerdo?

-En ese caso, efectivamente parte de el problema del gobierno es que el presidente no tiene la credibilidad suficiente en la sociedad para liderar una agenda de seguridad. El gobierno tiene que hacer un antes y un después; y reconocer errores, pedir perdón y decir me equivoqué, no lo vimos venir, mal diagnosticamos, pero hoy tenemos otro diagnóstico.

Yo creo que hay que hacer un parteaguas, pero también  el presidente tiene que pasar a un segundo plano, no exponerse tanto, no visibilizarse tanto y no entrar en las pelea más grandes o más chicas. Debe hacerlo porque su credibilidad está desgastada y es el momento de cuidar la figura presidencial.

-Pero esta agenda de seguridad ya ha tenido problemas porque Apruebo Dignidad rechaza algunas normas de la llamada ley Naín y Retamal como la legítima defensa privilegiada para Carabineros.

-Sí, es el momento en que el Presidente Boric muestre liderazgo, no solo respecto de la sociedad, sino también respecto a su propia coalición. Debe ser capaz de instalar en sus aliados la idea de la resignación. Si no supera la ceguera, puede caer en la frustración, la rabia y el pataleo frente a lo que es evidente que es una derrota del gobierno en términos simbólicos. Y ahí estamos esa tensión que tú describes.

En otras palabras hoy día la pregunta es cómo el Gobierno resiste esta etapa, porque hay una deriva conservadora importante, y se resigna para no caer en la amargura y el pataleo.  Eso sería una nueva ceguera que terminaría afectando aún más a la izquierda.

Resistir supone resignarse a que muchas cosas se hicieron mal o ya no son posibles. Y que la agenda que tienen que tomar es una agenda que nunca quisieron hacer. Es muy parecido a lo que le pasó a Sebastián Piñera. Al final del día Piñera se resignó. Y logró, pandemia mediante, sortear de mejor manera un gobierno que había estado absolutamente derrotado.

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