Convencional Rodrigo Álvarez (UDI): “Nos hemos sentido espectadores de un debate entre izquierdas”

Rodrigo Álvarez, convencional, exdiputado y exministro de Energía comenta los primeros 100 días de la Convención y reconoce que la derecha es una minoría. Además, dice que los plebiscitos dirimentes atentan contra lo que votó la gente y critica la acusación constitucional al Presidente Piñera.

-Se van a cumplir 100 días desde que se inauguró la Convención. ¿Ha sido mejor o peor de lo esperado?

– Ha sido peor en cuanto a la falta de respeto constitucional a algunas normas, como lo que ocurrió con los 2/3 y los plebiscitos dirimentes. Son señales altamente preocupantes. Hay otros aspectos que son positivos como es que a tres meses ya estamos definiendo las comisiones que van a proponer el nuevo texto fundamental. Y algo valioso es que en términos personales uno ha tenido la posibilidad de conocer gente de otros sectores, de conversar sobre el futuro del país. Yo creo que es imprescindible tratar de ponerse de acuerdo y hacer una muy buena propuesta para el país.

-Varias polémicas han ensuciado el trabajo de la Convención. En la encuesta CEP el nivel de confianza salió casi al mismo nivel de Carabineros. ¿Hacen una autocrítica?

-El balance todavía está por hacerse. La imagen de la Convención ha ido cayendo por distintos temas, como el caso de Rojas Vade; el haberse dedicado al principio a asuntos que no eran propios del trabajo constituyente; tratar de extender nuestras atribuciones o el tema  de las asignaciones y recursos. Todos esos elementos han sido negativos y han influido en un mayor nivel de desconfianza de la población.

-El momento más crítico fue cuando Rojas reconoció haber mentido sobre su cáncer. Esto no sólo fue un agravio para los que padecen esa enfermedad, sino también una burla a la confianza pública. Hasta ahora no se ha solucionado su permanencia. ¿Cuánto más hay que esperar por una solución?

-Lamentablemente todavía no se da.  Hay un marco de solución que es que el convencional efectivamente renunciara por razones de salud y eso fuera aceptado por el Tribunal Constitucional. Creo que ese camino era el lógico, pero no se ha tomado y eso aumenta el nivel de descrédito en la institución.

-Como dijiste, uno de los hitos fue la aprobación de los 2/3. Sin embargo se hizo por mayoría absoluta, lo que contradice el artículo 133. ¿Es algo que puede ser un lastre, que puede restarle legitimidad jurídica al proceso?

-Tanto esa norma como la de plebiscitos dirimentes, como otras en distintos reglamentos, son muy malas para la convención. Porque el primer llamado a los convencionales es a respetar absolutamente el procedimiento que tenemos, las normas constitucionales que permitieron la existencia de este proceso. La aprobación de una norma como los 2/3 o los plebiscitos dirimentes por mayoría no solo alteran el acuerdo de noviembre, sino que socavan la base de lo que los chilenos votaron.

-Auspiciados por el PC, los plebiscitos dirimentes se aprobaron para cuando no se alcancen los 2/3. ¿Es una especie de sabotaje al espíritu de la reforma que dio origen a la Convención?

-Más allá de que los comunistas no participaron en el acuerdo del 15 de noviembre, me parece que son una transgresión a esos acuerdos  pero también una transgresión a los artículos constitucionales específicos.  Es un atentado a lo que la gente votó, toda la gente sabía que se buscaban dos tercios precisamente para encontrar grandes acuerdos. La falta de respeto a ello y la forma de saltárselo, una  fórmula muy fácil a través de los plebiscitos dirimentes, me parece una acción extraordinariamente equivocada que esperamos termine no fructificando.

-Ustedes son menos de un tercio. ¿Se sienten un poco espectadores de la Convención?

-Ha habido momentos en que uno se ha sentido espectador. Ha habido otros  momentos en que tú entiendes que eres una minoría y las votaciones corren absolutamente por las mayorías de izquierda. Como personas de centro derecha nos sentimos espectadores en un debate entre izquierdas, eso sí ha ocurrido, pero espero que en el debate de fondo (como se requieren dos tercios para aprobación de normas) haya una posibilidad mayor de conversar y de buscar grandes acuerdos.

-Otra definición polémica fue el negacionismo. Alfredo Joignant, que no es de derecha, dijo que era “inadmisible”. Atria, del Frente Amplio, también la rechazó. ¿Cuál es tu posición?

-Hay un gran grupo de expertos, de personas de izquierda, de personas que no piensan como yo,  que han hecho una crítica muy profunda a este negacionismo general. Esto altera profundamente la libertad de expresión. E incluye épocas históricas extraordinariamente recientes, en que el juicio de la historia todavía ni siquiera puede hacerse; por lo tanto es otro punto muy bajo en la aprobación del reglamento, en este caso el de ética.

-La acusación a Piñera inevitablemente va a rondar sobre la Convención. Se dice que habría 4 votos en Chile Vamos dispuestos a aprobarla en la Cámara. ¿Cómo observas este escenario? ¿Prima la libertad de acción o en este caso hay que cuadrarse con el presidente de la UDI Javier Macaya que exigió votar en contra?

-Me parece una acusación absolutamente equivocada, de acuerdo a los antecedentes que dispongo. Espero que no haya votos de Chile Vamos aprobando la misma. Si así fuera me parecería lamentable. Pero cada institución tiene que cumplir su rol y este caso serán los parlamentarios los que tendrán que explicar sus posiciones. A mi modo ver es inadecuada, sin perjuicio de que en este caso, en esta materia es necesaria la máxima transparencia.

-Fuiste crítico de la campaña de Sichel, dijiste que no te gustaba el tono. El tiempo quizá te dio la razón porque ha bajado en las encuestas.

-A  mí no me gustaron varias frases del candidato, pero Sebastián Sichel ganó muy bien la primaria, yo participé votando. En el último tiempo me ha parecido que ha habido algunos momentos negativos de su campaña, pero le queda tiempo para repuntar y para tener una campaña convocante para todo Chile.

-¿Dirías que el electorado UDI se sentirá más seducido por Kast?

-No me atrevo a hacer un  vaticinio electoral en esa línea. Tengo un inmenso aprecio por José Antonio Kast, somos amigos desde el primer día en la universidad. Lo que sí espero es que tengamos una potencia muy grande con los candidatos que representan a la derecha tanto José Antonio Kast como Sebastián Sichel.