María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez ensayaron una hora y 40 minutos antes de la ceremonia cómo sería su último ingreso al ex Congreso como presidenta y vicepresidente de la Convención. La ceremonia transcurrió en un acto sobrio, donde fue perceptible la ausencia de los exmandatarios. En su discurso, Domínguez aludió al incierto escenario del texto en el plebiscito. “Pase lo que pase el 4 de septiembre, Chile ya cambió”, dijo. Boric, por su parte, trató de desmarcarse del destino de la Convención.
La preparación y el contraste: A las 8:49 am de este lunes 4, María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez comenzaron a avanzar por la nave central del salón de honor del ex Congreso de Santiago. La presidenta de la Convención iba con una parka oscura; luego se quedaría con un vestido verde. El vicepresidente Domínguez vestía una chaqueta azul. A su lado iba un encargado de protocolo que les recordaba que ese era el recorrido que deberían hacer en la ceremonia de clausura de la Convención, donde la presidenta debería llevar el texto final hasta la testera.
- Ambos habían sido de los primeros en llegar en la mañana. Quinteros (Movimientos Sociales Constituyentes) entró por la puerta lateral de calle Morandé, a las 8:06 am. Domínguez (Independientes No Neutrales) pasó por la misma puerta 23 minutos más tarde, con un abrigo y hablando por teléfono.
- Los dos serían protagonistas de una ceremonia sobria que comenzó a las 10:30 am (media hora después de lo programado) y que contrastó con la inauguración de la Convención, un año antes. El acto del 4 de julio de 2021 fue interrumpido luego de que convencionales y presentes gritaran consignas por la liberación de los presos del 18-O y pidieran detenerla hasta que se aclarara qué ocurría con las protestas que transcurrían en las inmediaciones. “Se ríen de la gente, se ríen de nosotros. Estamos aquí por esas personas”, gritó entonces la convencional Elsa Labraña de la Lista del Pueblo (LDP) a la secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares, quien se convirtió en la protagonista de esa jornada al mantener la situación bajo control. Ese día fueron elegidos para dirigir la mesa Elisa Loncon (escaño reservado al pueblo mapuche) y Jaime Bassa (Frente Amplio).
- Entonces el escenario era otro. El plebiscito de octubre de 2020 para reformar la Constitución de 1980 había obtenido un 78% de respaldo y las elecciones de mayo de 2021, donde fueron elegidos los convencionales, había alcanzado más de un 43% de participación. Los independientes, encabezados por la LDP, habían sido la gran sorpresa de los comicios, y su propuesta de indulto a los presos del 18-O era celebrada en lo que hoy es el oficialismo.
- Este lunes, en cambio, la proyección del trabajo de la Convención era adversa. La encuesta Cadem arrojó por segundo domingo consecutivo que un 51% de los entrevistados se mostraba partidario de rechazar el texto en el plebiscito del 4 de septiembre. Esto, contra un 33% que se inclinaba por esa opción el 28 de enero, cuando asumió esta directiva, nombrada en la fase de redacción de los 388 artículos permanentes y 57 transitorios del texto final. Otras encuestas coincidían en el pronóstico.
“Pase lo que pase el 4 de septiembre, Chile ya cambió”: Gaspar Domínguez, en un discurso personal —donde destacó la “gran responsabilidad, la oportunidad de ser un ciudadano más, vivir en ‘regiones’, ser abiertamente homosexual y estar en una posición de liderazgo y representación”—, aludió al contexto en que concluyó el trabajo de la Convención. “Pase lo que pase el 4 de septiembre, Chile ya cambió”, dijo en la primera intervención de la ceremonia, recordando uno de los lemas de las protestas de octubre de 2019: “Chile cambió”. “La herencia de este proceso marca un nuevo estándar para esta sociedad en que ya es inaceptable pensar, por ejemplo, sin paridad o participación popular”.
- Luego habló María Elisa Quinteros, quien fue uno de los 3 miembros de la mesa ampliada que el 16 de junio votó en contra de la presencia de los expresidentes en el acto del 4 de julio, día en que la mesa revirtió la decisión tomada la semana anterior, que había sido criticada desde distintos sectores. La convencional había adelantado el 5 de enero, mismo día en que asumió, su posición contraria a que el entonces presidente Sebastián Piñera visitara el ex Congreso. “No podemos olvidar que durante el estallido social hubo violaciones a los derechos humanos, las que no han sido del todo reconocidas por el Estado. Entonces, eso hace muy compleja la presencia del actual presidente en este espacio”, dijo esa noche.
- “Se nos encomendó escribir este texto, y hoy con mucha humildad y satisfacción lo ofrecemos, cumpliendo todos los plazos establecidos”, dijo Quinteros este lunes, destacando un elemento que se reconoce de su gestión desde Chile Vamos hacia la izquierda: haber cumplido con el plazo legal de un año para entregar el borrador. “Sabemos que es perfectible, y esperamos sea el piso mínimo que contribuya a consolidar una sociedad con mayor equidad, fundada sobre fuertes bases éticas”.
- Los exmandatarios fueron los grandes ausentes de la ceremonia. Quien sí llegó como invitado del convencional Hugo Gutiérrez (PC) fue el alcalde de Recoleta y exprecandidato presidencial, Daniel Jadue. Al ingresar marcó un contrapunto con Boric, quien se ha acercado a la tesis de parte del oficialismo de aprobar el texto para luego reformarlo en el Congreso. “Soy partidario del ‘apruebo’ sin ningún tipo de apellido”, dijo. Se sentó bajo los pilares de la entrada y no en el salón de honor, dada su calidad de invitado.
La llegada de los convencionales: Los contrastes entre este 4 de julio y la ceremonia de 2021 eran perceptibles desde el ingreso de los convencionales. Giovanna Grandón, la ex Lista del Pueblo que marchó el año pasado con un disfraz del personaje Pikachu y en la ceremonia estuvo con una mascarilla con un dibujo del personaje, este lunes sólo estuvo con la última. Su compañero Cristóbal Andrade, conocido por su disfraz azul de dinosaurio, apareció en cambio con una chaqueta celeste y una corbata azul.
- La convencional Elsa Labraña (Coordinadora Plurinacional) llegó a las 10:30 am acompañada de un grupo de mujeres “sahumeristas”, portando un canasto con semillas. Venían cantando desde calle Bandera mientras esparcían humo.
- Labraña, conocida por su posición antivacunas, estaba en el patio del ex Congreso al partir la ceremonia. Luego ingresó por una puerta lateral y se retiró apenas Boric empezó a hablar, una actitud distante de cómo había gritado a Carmen Gloria Valladares hace un año.
- Valladares, a diferencia del 4 de julio de 2021, tuvo un rol discreto. Llegó a la ceremonia junto al presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes. A la ceremonia también asistió el ministro Rodrigo Pica en representación del Tribunal Constitucional (TC), un órgano que en la propuesta constitucional desaparece en reemplazo de la Corte Constitucional.
- Parte de los convencionales de escaños reservados, entre ellos Adolfo Millabur, llegaron marchando desde el cerro Santa Lucía. Algunos de las convencionales, como Elisa Loncon, lo hicieron portando hojas de canelo. Se trató de una marcha pacífica, que contrastó con algunos disturbios de hace un año. Sólo en otra protesta convocada este mediodía en el centro de Santiago por estudiantes secundarios, hubo desmanes.
El discurso de Boric: A las 11:12 am, el Presidente Gabriel Boric entró al salón de honor. Recibió una copia del texto firmado (se imprimieron 10 oficiales) y pronunció un discurso donde buscó reforzar que en el plebiscito del 4 de septiembre no está en juicio su gobierno, sino el texto, pese a que las encuestas muestran que ambos tienen una evolución similar.
- “Esta Constitución, este proyecto de constitución, y el plebiscito que se desarrollará el 4 de septiembre no es ni debe ser un juicio al gobierno. El debate es sobre el futuro de Chile para las próximas cuatro o cinco décadas”, dijo el Presidente tras recibir el texto constitucional.
- Tanto a su ingreso al salón de honor, como a la salida, Boric recibió sobres. Uno fue de la convencional Ruth Hurtado (Chile Libre), que contenía dos pasajes a La Araucanía, “pues el nunca ha ido a la zona roja”, dijo. También le entregó una polera con la frase “con un sentido mensaje de quienes vivimos en la Región de La Araucanía y sufren a diario el terrorismo y el narcotráfico que está imperando”.
- El segundo se lo entregó la convencional María Rivera (Coordinadora Plurinacional). En la carta le pidió aplicar la libertad sindical. Previo a la ceremonia, había sido crítica con la nueva Constitución y dicho que sólo se había puesto “maquillaje” a la vigente.