La columna de Ana Josefa Silva:
¿Qué podría tener que ver el cine de Chloé Zhao con las masivas superproducciones Marvel? Hace tan solo unos meses, la directora china formada en Nueva York se hacía con el Oscar por Nomadland, su tercer largo.
El anterior, The Rider (2017, en Netflix) ya la ubicaba como una de las más interesantes realizadoras independientes, con un estilo muy propio: películas semi documentales, de clara vocación antropológica, con foco en las pequeñas comunidades perdidas en medio de la inmensidad del EE.UU. profundo.
Pero no fue el Oscar de Nomadland, sino The Rider lo que llamó la atención de los productores del MCU (Universo Cinemático Marvel). Zhao dijo que aceptó dirigir Eternals —la muy esperada última película Marvel que se estrenó mundialmente el jueves— porque vio allí una historia sobre la humanidad y nuestro lugar en el universo, algo que siempre la ha inquietado.
El resultado ha tenido una recepción muy dispareja.
Eternals fue elegida para iniciar lo que en el MCU llaman la Fase 4 y es la película número 26 de este universo.
Un poco de folleto explicativo: Su origen data de 1976, cuando Jack Kirby se abocó a dar vida al cómic que intentó narrar ¡nada menos! que el origen de la humanidad.
Diez nuevos superhéroes: Eternals, en suma, es un riesgo que decidió correr Kevin Feige, el mega productor de toda esta saga.
Quiénes son y a dónde van: Los Eternals conforman un grupo de seres inmortales, divinidades dotadas de super poderes, enviados a la Tierra para proteger a sus habitantes de los dañinos Deviants (unos coloridos e inmensos dragones voladores, con muchas colas, brazos, tentáculos. ¿Ángeles caídos?).
Grandiosa producción. Un poco más de adrenalina se hubiese agradecido.
Eternals (Los Eternos)
Las películas Marvel (excepto Hulk) están todas en Disney +.
Mis favoritas, de aquellas grupales, son los dos Guardianes de la Galaxia , que se ven muy rudimentarias al lado de Eternals, pero están repletas de humor (hasta la carcajada) y de personajes fuera de toda convención; Avengers: Infinity War y Captain America: Civil War.
Del humor que se prodiga en medio de la acción trepidante, lo mejor lo aporta el insólito grupo de pillastres desadaptados que la protagonizan, obligados a entenderse y organizarse para, primero salvar el pellejo y, claro, salvar al mundo (como Pinky y Cerebro) por la sencilla razón de que, como sabiamente dice Peter (Chris Pratt): ¿dónde vas a vivir si no?
Así, Peter, un ladronzuelo buena persona, astuto y ágil; Gamora, una máquina de guerra inmutable; el macizo y vengativo Drax, el destructor, a quien han recogido en la prisión galáctica a donde han ido a parar (y que no entiende metáforas); y Groot, que puede ser más peligroso de lo que parece un árbol, son comandados por el habilidoso, sagaz y pequeño Rocket (sí, el mapache) en su peculiar misión.
(Delirante la escena de la reunión de los cinco personajes para lograr decir “tengo un plan”).
Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy)
Amé a Baby Groot (¡un “cachorro” de árbol!). Amé escuchar la voz de Cat Stevens cantando “Father & Son”, nada más apropiado para resumir el fondo de esta película… que podría haberse llamado “buscando al padre” (o ¿“matando al padre”?), “reencontrando mis lazos sanguíneos”, “yo soy tu padre” (sí que hay guiños a La Guerra de las Galaxias). Y sobre todo ¡me reí a carcajadas en demasiados momentos!
Música setentera y ochentera ¡en casete!
Guardianes de la Galaxia 2 (Guardians of the Galaxy Vol. 2)
De esta película también se agradece el humor (abundante), prodigado por los Guardianes de la Galaxia , Spiderman ,Hulk, Iron Man y otros; la genial manera de entrelazar ese tumulto de personajes; y que se sucedan muchísimas cosas en un montón de lugares.
Avengers: Infinity War cuenta con un villano ¡genial! Es poderoso, es hábil, es angustiantemente invencible. Toda esa caterva de super héroes con mega poderes mágicos de los más distintos tipos parece que no pueden con él. Thanos (Josh Broslin) sabe qué quiere, cómo, por qué y para qué. Y eso lo erige en un gran personaje.
El tiene claro su objetivo: opina que hay que destruir a la mitad del planeta (o los planetas) para solucionar sus problemas (miren la historia del mundo y verán que no es tan lejano).
Avengers: Infinity War
La ONU tiene la culpa. ¡Así es! Capitán América, con su hueste a un lado, e Iron Man al otro con la suya, terminan enfrentándose en Capitan America Civil War a causa de la organización mundial.
Ocurre que en todas estas películas en que los súper héroes persiguen malos, y pelean por aire, mar y tierra, se muere gente que andaba pasando por ahí. Iron Man decide aceptar las condiciones de la ONU —que significa regirse bajo sus parámetros y responder ante ellos— pero Capitán América no.
Y se arman los dos bandos.
La película abunda en secuencias geniales: como la mega pelea en el aeropuerto entre los grupos rivales, muy pero muy por encima de la quebrazón de vidrios y explosiones y todo eso que cualquier avispado puede hacer en su computador; todas las escenas de Peter Parker, el Hombre Araña (Tom Holland), que aquí es un nene que va como en II Medio y que es reclutado por Iron Man, son una delicia; y esa cárcel de acero inexpugnable, de forma cilíndrica, flotando en medio de un océano oscuro y embravecido es sencillamente apabullante (punto para la dirección de arte).
CACW puede ser un poquito paquete de virutillas, a causa de este tumulto de personajes (10 súper héroes más los “malos”, los ONU y otros). Pero los guionistas consiguen desenredar la madeja y la dirección mantener atrapado al espectador.
Captain America: Civil War
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