Augusto Álvarez Rodrich, analista peruano, y la crisis en su país: “La renuncia de Castillo va a terminar ocurriendo”

Ex director del diario Perú 21 y economista, Augusto Álvarez Rodrich es uno de los analistas más destacados de su país y observa con pesimismo la profunda crisis que afecta a la nación andina, con masivas protestas y pedidos transversales de renuncia del presidente Pedro Castillo.  “Es un inepto”, dice. Respecto de la discusión en Chile sobre eliminar el Senado, afirma: “Es una reforma que hizo Fujimori, que fue lamentable. Si ves la experiencia peruana, es mejor tener dos cámaras”.

-Llegan informaciones impactantes sobre la crisis en Perú y hoy, por ejemplo, los diarios El Comercio y La República piden la renuncia de Castillo. ¿Cómo ves el panorama, no tiene buen pronóstico?

-Tiene mal pronóstico. Lo que ha ocurrido es que la presidencia de Pedro Castillo es una presidencia muy precaria, y se ha ido complicando el propio gobierno con error tras error. Acá no ha habido un Congreso que lo empuje al despeñadero, ni empresarios que estén en contra, ni medios de comunicación que le hagan la guerra. Es un gobierno que tropieza al caminar porque tiene una ineptitud muy grande. Y esta crisis deriva, en primer lugar, de un presidente como Pedro Castillo que simplemente no da la talla para el cargo.

-¿Por qué?

-No sabe absolutamente nada en qué consiste ser presidente del Perú. Todas las decisiones que toma son absolutamente erradas y esta tendencia se está acelerando en estos últimos días.

-Acabo de ver una noticia sobre el primer ministro, que en una reunión con otros ministros, públicamente alabó a Hitler. ¿Cómo se mantiene en el cargo?

-Pues eso ocurre en la ciudad de Huancayo, donde empezaron las protestas fuertes la semana pasada. En un coliseo deportivo, con mucho público y varios discursos y no se entiende nada. Y entre medio el premier Aníbal Torres, que es uno de los peores primeros ministros que ha habido en la historia de Perú, dice: “En una oportunidad Adolfo Hitler visita el norte de Italia y Mussolini le muestra una autopista desde Milán. Hitler vio eso, fue a su país y lo llenó de autopistas, de aeropuertos, y lo convirtió en la primera potencia económica del mundo”.

No es primera  vez que hace referencias a Hitler. Creo que es el emblema más claro de la incapacidad del presidente de escoger a un equipo operativo que pueda funcionarle para resolver problemas básicos de gobierno.

-En Chile se está haciendo una convención constitucional. Y se está hablando de qué tipo de sistema se quiere implementar. ¿Los problemas de Perú tienen que ver con el sistema político?

-Hay muchos temas acumulados desde hace mucho tiempo, pero uno de los más nefastos es que hay un sistema político muy débil. Los partidos en el Perú, prácticamente no existen. Lo que hay son asociaciones de amigos que se reúnen para llegar al poder y son partidos de temporada, de dos o tres años, pero no duran nada. El Congreso también funciona muy mal. Y la clave del problema es un presidente muy incapaz.

-De un día para otro Castillo impuso un toque de queda, y la gente tuvo que quedarse en sus casas. ¿Qué repercusiones tuvo eso en la población?

-Fue terrible. Sucedió en medio de protestas que estaban fuera de Lima, y el lunes apareció el presidente a las 12 de la noche y dijo que empezaba un toque de queda en dos horas, a las dos de la mañana. La mayor parte de la gente estaba durmiendo y al despertar se dan cuenta que no pueden ir a trabajar. En Perú la mayoría de la gente que se gana la vida lo hace en el día. No puede dejar de trabajar. Entonces, se generó una protesta enorme y una desobediencia civil muy grande de personas que salieron a protestar. Hubo tremendas marchas convocadas por redes, en todo el país; no fue algo organizado. Y eso lo hizo retroceder al presidente Castillo y debilitarlo mucho más.

-Desde Chile cuesta entender quién es Castillo, cuál es su marca ideológica. ¿Cómo lo describirías?

-Es una nulidad. Castillo no tiene ideología, no entiende lo que pasa y es alguien muy precario. Él se siente de izquierda, pero de este gobierno sería muy injusto decir que es de izquierda. Este gobierno no es nada. Carece de norte, no sabe qué hacer. Es un pollo sin cabeza que corre por todas partes para ver cómo dura sin saber qué hacer.

-¿Cómo está el ambiente en la calle, en Lima: la gente está frustrada, enojada?

-La gente está muy molesta y esta protesta empezó como una reacción al alza de los precios derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, pero ya pasó a otra etapa, que es la incomodidad muy notoria con un presidente que todos se dan cuenta que no está preparado para gobernar en modo alguno.

-¿Qué papel ha jugado el parlamento?

-Es un desastre, porque está lleno de políticos que lo único que quieren es durar en el cargo, pero no tienen un plan. No tienen iniciativa. Es la comparsa del gobierno, porque se asumen de oposición y lo critican, pero no asumen la labor concreta de control político para retirar malos ministros. Simplemente es una parodia de control político.

-En Perú el sistema es unicameral…

-Esa es una reforma que hizo Fujimori, que fue lamentable.

-Porque en Chile, en la Convención,  se está hablando de un sistema bicameral asimétrico, pero con una segunda cámara que es más bien de adorno, según sus críticos. Se suele poner como ejemplo de sus dificultades el sistema unicameral de Perú.

-Si ves la experiencia peruana, es mejor tener dos cámaras y no un sistema unicameral.

-¿Y cómo se observa a Chile desde Perú? Gabriel Boric es un candidato de izquierda, con un inicio no exento de problemas.

-En el Perú se ve con mucho interés lo que pasa en Chile y de hecho si uno revisa la historia peruana de las últimas tres décadas casi como que hemos vivido mirando qué hace Chile y qué cosa copiamos. La idea de Asamblea Constituyente, por ejemplo, también se comenzó a conversar  acá. Es una antigua bandera de la izquierda peruana, pero no ha logrado cuajar. El gobierno de Pedro Castillo quería ponerla en marcha, pero no es capaz de poner en marcha nada.

Es evidente que hay una institucionalidad en Chile que es tremendamente superior a la que existe en Perú. Si uno compara al señor Boric con el señor Castillo, Boric parece Churchill al lado de Pedro Castillo. Es más, había una preocupación durante las elecciones por si el gobierno de Castillo podría llevar al Perú a una suerte de chavismo como el de Venezuela. Y cuando yo escuchaba eso hace varios meses, decía: “Acá el único chavismo que puede haber es el del Chavo de Ocho”.

-¿La salida es la renuncia de Castillo?

-Va a acabar ocurriendo. La opinión pública y la calle van a presionar y obligar al Congreso a que tome la decisión de llegar a una forma política de convocatoria  de adelanto electoral. El problema es que no se ve una alternativa a Castillo. Normalmente si el gobierno se debilita la oposición se fortalece. Acá no. Lo que hay es una pérdida de ilusión de la gente porque no ve ni en el gobierno ni en la oposición algo que sea razonablemente estimulante.

-¿Es posible una vía violenta?

-Golpe militar, no. La Fuerza Armada peruana está sólida y con convicciones democráticas. La Fuerza Armada, de hecho, está muy disgustada con Pedro Castillo, porque al comienzo llenó al gobierno con gente que había participado en el terrorismo de Abimael Guzmán. Eso está absolutamente comprobado. El ministro de Trabajo había tirado bombas con Sendero Luminoso. Y hay una serie de cargos para gente que pertenece al brazo legal de Sendero Luminoso, llamado Movadef. Eso genera una tensión con la Fuerza Armada.

-¿Y Keiko Fujimori podría tener una nueva oportunidad?

-En el Perú todos tienen posibilidades de volver. Cualquiera pueda ganar. Pero luego de haber perdido tres elecciones consecutivas, parece muy difícil, sobre todo porque ella está muy golpeada políticamente.

Hasta ahora no se percibe nada sensato en el futuro, pero algún candidato tiene que surgir. Y mientras tanto, la economía sigue debilitándose, la inversión privada llega a 0%, con todo este ruido político.