Ambos candidatos han aumentado sus esfuerzos y recursos para captar el preciado apoyo de los católicos y evangélicos. Dicho público puede jugar un rol clave en los comicios, ya que en el pasado, definió al ganador de la contienda presidencial.
¿Cómo se dividen?: Los llamados “cristianos blancos” representan un 44% de los votantes registrados en Estados Unidos, según un estudio del Centro de Investigaciones Pew. Se encuentran compuestos por tres grupos: católicos blancos, protestantes blancos y protestantes evangélicos blancos e, históricamente, han respaldado al candidato republicano para cada elección. En su mayoría, los católicos blancos se encuentran en estados como Michigan y Wisconsin, ambos denominados “estado bisagra”, determinantes para definir al próximo presidente.
¿Biden el católico?: Solo un presidente católico ha tenido en el pasado Estados Unidos, cuando asumió el demócrata John F. Kennedy en 1960. Por este motivo, para muchos una eventual victoria de Joe Biden en las próximas elecciones de este martes sería significativo para esa religión. Y el demócrata lo sabe.
“Católicos por Trump”: No pasó desapercibido que un grupo de conservadores católicos haya recaudado cerca de 10 millones de dólares para impulsar una campaña en contra del demócrata Joe Biden, donde se le acusa principalmente por su apoyo a mantener el derecho al aborto. El público donde se ha dispuesto mayor propaganda ha sido en los estados de Michigan, Florida, Arizona y Pensilvania, que cuentan con altos índices de católicos.
Otra de las estrategias de Trump para captar el voto religioso fue la nominación de Amy Coney Barett a la Corte Suprema de Justicia, quien luego fue confirmada por el Senado de Estados Unidos. La abogada es una reconocida católica entre los grupos más conservadores del país y cuenta con una serie de controvertidos fallos en su historial. De esta manera, la propuesta del republicano generó fuertes críticas en los demócratas.
Desde el equipo de campaña de Trump aprovecharon los cuestionamientos para emplazar directamente al exvicepresidente, acusándolo de respaldar un sentimiento “anti-católico” entre sus filas. “¿Dónde está Joe Biden en todo esto? Está muerto de silencio”, señaló en varios programas el subdirector de campaña del mandatario, Justin Clark.
El autor del libro “El factor de la fe: cómo influye la religión en las elecciones estadounidenses” y académico de la Universidad de Akron, Dr. John C. Green, afirma que la campaña de Trump podría dar frutos este martes: “Biden es un católico progresista blanco y puede que le vaya mejor que Clinton en ese grupo, pero, probablemente, no entre los católicos tradicionales blancos. Los católicos no blancos, incluidos los latinos, tienden a ser demócratas y probablemente votarán por Biden, pero a Trump puede que le vaya un poco mejor que en 2016”.
64.000 documentos relacionados con el magnicidio de 1963 fueron dados a conocer esta semana por orden del gobierno de Estados Unidos. Si bien no hay revelaciones que provoquen un cambio importante de la historia, los informes dan cuenta de cómo trabajaba la CIA y cuentan algunos detalles sobre Lee Harvey Osawald, sindicado como el único […]
La medida apunta contra migrantes de Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua que habían sido acogidos en Estados Unidos bajo un programa implementado durante el gobierno de Joe Biden. Desde el próximo 24 de abril, estos inmigrantes pueden ser arrestados y deportados.
El Papa iniciará ahora una etapa de recuperación de dos meses en la residencia Santa Marta, donde vive en el Vaticano. Los médicos desaconsejaron que tenga reuniones grupales o que haga grandes esfuerzos.
Luis Eduardo Thayer atribuyó a temas logísticos, como la falta de impresoras en Colchane, la tardanza en la implementación del acuerdo de reconducción de migrantes irregulares que el Gobierno suscribió en diciembre con Bolivia. En el Ejecutivo dan por hecho que el proceso comenzaría esta semana, pese a la demora de más de 2 meses.
Según informa The New York Times, el borrador divide a los países en tres grupos para controlar el ingreso de sus ciudadanos: Rojo, naranjo y amarillo. A 11 países -entre ellos, Cuba y Venezuela- la propuesta es que haya una suspensión total de visas.