El miércoles pasado estallaron masivas protestas callejeras en contra de una reforma tributaria propuesta por el presidente Iván Duque. En el transcurso de cinco días, en los que las manifestaciones se han mantenido, el gobernante dijo que modificaría la iniciativa, recurrió a los militares para intentar aplacar las protestas y los saqueos, y este domingo anunció el retiro completo del proyecto. El escenario que enfrenta Duque tiene factores parecidos a los que vivió Piñera en octubre de 2019, pero también aspectos muy diferentes.
Detonante. El Gobierno de Iván Duque presentó a mediados de abril una reforma tributaria, que intenta controlar la crisis presupuestaria que ha dejado la pandemia del coronavirus. Los puntos más controvertidos de la iniciativa legal eran aplicar el IVA a los servicios básicos de los sectores medios, y cobrar un impuesto a la renta a quienes ganen mensualmente más de US$ 663 (el salario mínimo es de unos US$ 234).
Detrás de las protestas. Mientras que en el caso chileno, detrás de las primeras manifestaciones no había ningún partido o núcleo organizado identificable —independiente de que se hayan sumado a las protestas—, en Colombia está el llamado Comité Nacional del Paro, que reúne a centrales obreras, agrupaciones de profesores, organizaciones civiles y de indígenas, aparte de otros sectores. Fue ese comité el que convocó al paro el pasado miércoles 28, punto de partida de las protestas, y ya prepara un nuevo paro para este miércoles.
Malestar creciente. Piñera, en octubre de 2019, estaba en un momento político estable y en algunos aspectos positivo: en las siguientes semanas Chile y él mismo, iban a ser anfitriones de dos cumbres de primer nivel, la de la APEC y la COP25. Eso sí, en años anteriores el movimiento estudiantil y el contrario a las AFP, habían logrado movilizar a decenas de miles de personas, señal de la existencia de un descontento.
Retiro del proyecto. Duque intentó frenar las protestas con el anuncio de que modificaría la reforma tributaria, pero eso no fue suficiente, y las movilizaciones se mantuvieron. En vista de eso, anunció el domingo que retiraba del Congreso la iniciativa legal. Este lunes renunció Alberto Carrasquilla, el ministro de Hacienda y autor del proyecto.
Militares a la calle. Duque anunció la noche del sábado que sacaría a los militares a la calle para contener las protestas y reforzar la seguridad ante actos de vandalismo. En un mensaje a la nación dijo que como comandante supremo de las Fuerzas Armadas autorizó la figura de la “asistencia militar” en aquellos lugares donde se necesite, en coordinación con alcaldes y gobernadores.
Escenario político. Piñera aún no llegaba a la mitad de su período presidencial cuando estallaron las protestas. Estaba ante un escenario estable y propicio, y con una oposición dividida. Duque en cambio está en el último año de gestión, con críticas crecientes desde distintos sectores y ámbitos.
El condenado, un hombre de 69 años que cometió un doble asesinato en 2001, prefirió ese método, que no se había usado desde 2010 en el país, en vez de la silla eléctrica o la inyección letal. Solo cinco de los 50 estados de ese país permiten el fusilamiento como forma de ejecución.
El incidente, que ha desatado alarma en Estados Unidos, ocurrió esta madrugada a solo una cuadra de la sede presidencial norteamericana y terminó con el hombre herido y trasladado a un hospital. Al momento del tiroteo, el Presidente Donald Trump se encontraba en su casa de Mar-a-Lago en el estado de Florida.
El periodista, una de las víctimas más reconocidas del caso Karadima, encabeza una misión permanente de ayuda a las víctimas de la guerra en Ucrania. Crítico de Donald Trump y defensor de Volodímir Zelenski, Cruz afirma que los ucranianos jamás aceptaran que Rusia se quede con los territorios conquistados.
Milei tiene previsto aterrizar en Santiago el próximo martes para participar como charlista en un seminario de inversiones. La posible visita llegó a oídos de La Moneda luego de que Argentina pidiera permiso para sobrevolar el espacio aéreo chileno el 11 de marzo.
Un acuerdo de esta naturaleza eliminaría la doble imposición fiscal, incentivando la inversión y la cooperación económica. Para Chile, fortalecer la presencia de empresas alemanas en sectores estratégicos como energías renovables, manufactura avanzada y tecnología es clave para acelerar la modernización productiva del país.