La manera en que cada uno de los candidatos ha abordado el debate muestra dónde tienen que mejorar. En el caso de Boric es claro que necesita demostrar que es él quien está al mando y no los dirigentes de los partidos que lo apoyan. En el caso de Sichel, es evidente que tiene que ver con su relación con la primera línea de su sector. Y, en el caso de Provoste, es la claridad. Si la senadora continúa por la senda de la ambigüedad, se podrá ir despidiendo de sus posibilidades.
Una política pública popular. Una idea que ha estado presente en todos los debates acerca de los retiros de fondos de pensiones, desde el primero al tercero, y ahora una vez más en el cuarto, es que es una política regresiva que impacta negativamente y de forma desproporcionada a las familias más vulnerables del país. Ningún técnico, experto, economista ni observador internacional ha logrado justificar la medida sin tener que hacer gimnasia intelectual de corte olímpico.
Los vaivenes de Boric Quizás el candidato que más dificultades ha tenido para abordar el cuarto retiro de los fondos de pensiones es Gabriel Boric. Pues, comenzó con un fuerte discurso en contra de la medida, solo para ser presionado por su coalición hasta el punto de aceptar que es una política inevitablemente necesaria, y terminar hoy en día endosándola sólo si viene acompañada por indicaciones que atenúan su regresividad.
El liderazgo de Sichel. Sebastián Sichel, a diferencia de Boric, tiene el problema inverso. Tiene un liderazgo demasiado inflexible. Entró oponiéndose fuertemente al cuarto retiro, sabiendo que fueron los propios legisladores de la coalición que hoy lo endosa quienes abrieron las puertas para la medida en el primer lugar. Se entiende que quiera entrar con fuerza a disciplinar la coalición, pero el costo de aquello parece ser más que su beneficio.
La ambigüedad de Provoste. Por su parte, la respuesta de Provoste a los retiros parece ser una extensión más de su ambigüedad general. Tal como se demoró meses en definir si era o no era candidata presidencial, se demoró una eternidad en fijar su posición en cuanto al cuarto retiro. Más que cualquier que una actitud propia de ella, parece ser un comportamiento natural reactivo a las contradicciones de su coalición.
Lo que revela el cuarto retiro. Es difícil recordar una política pública que haya causado tanta tensión y dificultad para los candidatos presidenciales como el cuarto retiro de fondos de pensiones. Otras veces ha ocurrido que una política pública ha tensionado a la izquierda o a la derecha, pero rara vez que haya tensionado a todos por igual. En esa línea, el cuarto retiro de fondos de pensiones es realmente excepcional.
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