A 50 años del Golpe, la democracia en Chile no fluye sin resistencias. Eso es lo que describe en profundidad la nueva versión de la encuesta Chile Dice, “Imaginarios ciudadanos sobre la democracia en Chile”. Encuesta nacional de 1.150 casos, realizada por Criteria y la Universidad Alberto Hurtado que muestra el estado de salud de la democracia desde la mirada de la ciudadanía.
Aun cuando hay una mayoría social que valora la democracia respecto de otros sistemas autoritarios, un 33% de las personas la mira con recelos y, la mayoría de la población (52%), señala sentirse profundamente insatisfecha con la democracia hoy en Chile.
El estudio muestra luces y sombras sobre nuestra democracia. Algunas claves que me parecen relevantes.
Las luces:
1) La sociedad valora la democracia liberal. Elementos esenciales de la democracia para las personas son la participación en las decisiones políticas, que se respeten normas básicas (DD.HH., libertades), la igualdad de derechos (91% nombra las 3 dimensiones). Por otra parte, la mayoría valora la democracia (64%) por sobre otras formas de gobierno y para el 83% de la población es importante vivir en una sociedad democrática.
2) La vida cotidiana ha devenido democrática. Se valora la diversidad de opiniones en comunidades, escuelas, trabajo y familias. La participación y la opinión se transversaliza en su valor con particular relevancia al interior del hogar, independientemente del ingreso o estatus de cada miembro de la familia.
3) Hay una clara mayoría (65%), que considera que la mejor democracia es aquella donde, además de elegir representantes, las personas pueden tomar decisiones sobre algunos temas mediante referéndums, plebiscitos, iniciativas populares de leyes y revocación de representantes electos. La ciudadanía quiere ser protagonista e incidente en el devenir del país.
Las sombras:
1) La democracia aparece cuestionada, en gran medida porque las personas se sienten muy poco orgullosas de su funcionamiento y desconfían profundamente de sus soluciones. En ojos de una mayoría, la democracia, y particularmente los políticos, aparecen como incapaces y, peor aún, desinteresados por procesar las urgencias que aquejan la vida cotidiana de las personas.
2) El descrédito institucional general, y en particular el del sistema de justicia, es grande. La dificultad para acceder a la justicia socava la adscripción a la democracia e incrementa el imaginario de un país anárquico. Un porcentaje relevante de personas (45%) justifica tomar la justicia por las propias manos en temas de delitos, ya sea usando armas de fuego, linchando a delincuentes o realizando funas públicas.
3) La cuestión de los derechos humanos aparece como una tensión central en el estudio. Si bien el respeto a los derechos humanos se juzga como medular para una democracia, las personas en su mayoría consideran que esos derechos humanos no se respetan en Chile. Al mismo tiempo, estos derechos aparecen problematizados: deberían priorizarse los derechos de la gente común por sobre los de los delincuentes y de los chilenos respecto de los migrantes.
4) Por otra parte, los derechos humanos, al igual que la democracia, aparecen elitizados. Mientras las personas de mayores ingresos son quienes más adscriben a estos valores, los sectores populares se sienten más distanciados y desafectados de los mismos. Al tiempo que valoran y se enorgullecen menos de la democracia, sienten en mayor medida que los grupos más altos la vulneración de sus derechos humanos.
5) La encuesta evidencia el riesgo de pérdidas de valores democráticos en favor de regímenes de corte autoritario. Un 60% de los encuestados menciona que el autoritarismo se justifica en alguna de las siguientes circunstancias: aumento de la corrupción, incumplimiento de leyes, delincuencia descontrolada. Todas cuestiones que han estado presentes en la agenda de la ciudadanía de los últimos años. Para un 23% sería bueno o muy bueno un líder fuerte que no le interesen las elecciones y un 19% el tener un gobierno militar.
6) En cuanto al autoritarismo, en abstracto, este aparece sostenido ideológicamente por sectores conservadores de la ciudadanía más identificados con la derecha. Sin embargo, el autoritarismo “pragmático” es priorizado por los sectores populares, donde la promesa democrática de solución a sus problemas de vida cotidiana aparece cuestionada.
A 50 años de haberla perdido, vale la pena una inmersión en este estudio que arroja luces y sombras de nuestra actual democracia. Hay quienes verán más las luces, otros vemos más las sombras.
A continuación lea la encuesta completa:
Vivanco no aprendió en la lenta carrera judicial, la contención y el silencio. Siempre tuvo un natural don con las palabras y los gestos que la hicieron ser querida por los alumnos y temida por los colegas. Fueron justamente esos atributos, la facilidad para comunicar, para parecer empática, para parecer moderna, además de una “pequeña” […]
El informe de Desarrollo Humano del PNUD 2024 presenta una narrativa que, lejos de ofrecer un análisis equilibrado, se inclina en su dimensión interpretativa hacia la estigmatización del sector privado y la responsabilidad individual, mientras ofrece una visión complaciente hacia el rol del Estado. Este tipo de diagnóstico puede ser caldo de cultivo para el […]
El problema, como siempre, es la automedicación. En el caso del omeprazol, este riesgo se amplifica debido a la percepción errónea de que es inofensivo. La realidad es que es seguro cuando su consumo es guiado por un profesional de la salud, quien evaluará la necesidad real y ajustará la dosis y duración del tratamiento […]
En Chile todo el proceso de designación de jueces de la Corte Suprema requiere que los interesados hagan una especie de “campaña”, no tan distinta a la de los políticos cuando postulan a un cargo. Hermosilla al parecer era un gestor eficaz, pero de ninguna manera el único “operador” del sistema. Del mismo modo que […]
Solito, la novela del salvadoreño Javier Zamora, es la historia autobiográfica de un niño que viaja como ilegal desde su pueblo a los Estados Unidos. La voz narrativa es infantil. El contexto en el que se inscribe, sin embargo, es un drama histórico de proporciones, una catástrofe social y una hecatombe política casi insoluble.