La confesión del convencional Rojas Vade a La Tercera de que mintió al señalar que padecía de cáncer -versión falsa que usó para destacarse en las protestas del 18/10 y para construir su carrera política- es un nuevo y demoledor golpe a la Lista del Pueblo, que a dos meses de iniciada la Convención Constitucional ha vivido un proceso de renuncias y quiebres internos que la tiene prácticamente desintegrada.
Qué sucedió. El convencional Rodrigo Rojas Vade –ícono de las protestas de octubre de 2019, cuando exhibía un cartel “No lucho contra el cáncer. Lucho para pagar la quimio” y uno de los principales rostros de la ahora desintegrada Lista del Pueblo – admitió al diario La Tercera este sábado que no padece de cáncer, luego de ser confrontado con evidencias de que su versión era falsa.
10 Claves de la desintegración de la Lista del Pueblo. A continuación las claves de la fulminante desintegración del movimiento previo a la confesión de Rojas Vade.
1. Programa difuso y falta de propuesta común: El bloque no pudo instalar un relato claro de hacia dónde iba su proyecto político. Su discurso se caracterizó por oponerse al sistema político y económico actual, pero sin una propuesta alternativa consistente, más allá de discursos vociferantes. Muchas de las banderas que levantaron no tenían que ver necesariamente con lo que se espera con una Convención, lo que los terminó debilitando al interior de la constituyente. El principal discurso que lograron instalar, ajeno a la labor de la Convención, fue exigir la libertad de los llamados “presos del estallido”
2. Repetición de prácticas partidarias cuestionadas: En agosto surgieron cuestionamientos a los gastos electorales de algunos de los candidatos de la lista, materia que quedó en manos del Servel. Ciper publicó el 12 de agosto que el grupo apartó de sus filas al excandidato a constituyente por el distrito 20, Ricardo Mahnke, y a su coordinadora de campaña, Miriam Parra, por pagos a familiares por servicios de campaña. Y el 26 de agosto el Servel rechazó la candidatura del presidenciable de la lista. A esta situaciones se suman renuncias y acusaciones por decisiones arbitrarias y malos tratos de parte de la dirigencia del bloque.
3. Falta de un liderazgo claro y organización: El movimiento generó una dinámica de trabajo en asambleas, con un comité que se dividía en temas estratégicos. Las decisiones, según el discurso oficial, tenían que ser tomadas en consultas ciudadanas o con la “participación del pueblo”. Esta forma de trabajo dificultó la toma de decisiones y precipitó quiebres internos. En la elección del candidato presidencial el grupo terminó dividido y con comunicados y anuncios públicos distintos. Mientras un sector apoyaba al candidato elegido en la asamblea, Cristián Cuevas, otro grupo defendía la realización de una consulta ciudadana. Todo cuestionaban la legitimad del otro sector para arrogarse la decisión.
4. Falsa horizontalidad: La toma de decisiones y trabajo interno se vio aún más tensionado debido a que, al contrario del discurso público, el grupo de los fundadores mantenía un estatus distinto al resto de quienes participaban en la asamblea. El grupo formado por Rafael Montecinos, 39, Mauricio Menéndez, 35, y Evelyn Godoy, 40, por ejemplo, se opusieron a la votación de la asamblea cuando se eligió a Cristián Cuevas como candidato presidencial, desatando una crisis interna.
5. Falta de experiencia y amateurismo: El grupo no supo manejar la contingencia y cometió errores estratégicos y comunicacionales. Por ejemplo, no tenían los mecanismos necesarios para chequear la contratación de parientes, que les terminó estallando en la cara. La inexperiencia se notó también en las vocerías apresuradas. Por ejemplo, en medio de la debacle del movimiento, Rafael Montecinos sostuvo en El Mercurio que estaban “más unidos que nunca”. Hubo un cuestionable manejo también, en los comunicados contradictorios respecto al candidato presidencial. Los voceros salían a hablar antes siquiera de tener resuelto el tema y una postura común. También fue un error que dijeran que no iban a negociar con partidos si no estaban libres los presos del 18-O, pese a que en los hechos tuvieron que hacerlo igual.
6. Expectativas desmedidas: El buen resultado obtenido por el bloque en la elección de constituyentes instaló una expectativa desmedida respecto de la marca Lista del Pueblo. Bajo esta premisa en el sector tuvieron una falla de cálculo, descuidaron la Convención y apostaron apresuradamente por entrar a la carrera parlamentaria y presidencial. Una muestra de este error de cálculo fue creer que en pocas semanas un candidato presidencial apoyado por la lista podría alcanzar las firmas necesarias.
7. El caso Ancalao, una apuesta fallida: Probablemente el fracaso público más importante de la Lista del Pueblo fue su fallida candidatura presidencial. No sólo por los quiebres internos que evidenció, sino porque la incapacidad de inscribir un abanderado propio dejó en duda la real fuerza política que tiene el bloque. Y la opción que apoyaron, Diego Ancalao, fue rechazado por el Servel por presentar más de 23 mil firmas en una notaría que había cerrado en 2018 y cuyo notario había fallecido.
8. Desconexión con los convencionales: Un error estratégico de la dirección del bloque fue no percibir que parte importante de sus convencionales tenían un poder propio en sus territorios y que no formaban parte del discurso más ideológico de la Lista del Pueblo. Esto hizo que el movimiento no supiera mantener una relación con los constituyentes, su principal capital político. Los convencionales más cercanos al movimiento, por ejemplo, se incomodaron cuando a las redes sociales del bloque se subió una foto que decía “sangre por sangre, guatón Boric”, en momentos en que ellos estaban hablando en contra de la violencia e intentando llegar a acuerdos con el FA. En dos meses el bloque perdió a más de la mitad de sus constituyentes y hoy 17 convencionales del sector firmaron una declaración dando cuenta de su separación del movimiento, cambiando incluso el nombre a “Pueblo Constituyente”.
9. Problemas de transparencia: La reticencia de la Lista del Pueblo con la prensa y las complejidades para la toma de sus decisiones, llevó a la dirigencia a encerrarse y generar un problema de transparencia respecto a la toma de sus decisiones. Más allá de la emisión de comunicados públicos, nunca dijeron, por ejemplo, cuántos patrocinios recibió cada uno de los precandidatos presidenciales. Sólo se entregó el total. Tampoco ha quedado claro cuáles son las instancias que toman las decisiones en el bloque, ni se ha presentado nunca formalmente cuáles son los roles de sus diferentes miembros o de quiénes dirigen el movimiento.
10. Contradicciones: Con el pasar de las semanas el bloque fue cayendo en una serie de contradicciones que complicaron su discurso público. Una de ellas tiene que ver con haber entrado a pelear los espacios de poder tradicionales después de haber cuestionado sistemáticamente la institucionalidad establecida. Así, por ejemplo, pese a que cuestionaron a los partidos y descartaron articularse con ellos en la Convención, con el inicio del trabajo constituyente se aliaron en varios temas clave con el PC, formando en los hechos un bloque estratégico.
LEA TAMBIÉN:
La ex alcaldesa de Providencia bajó de 25% a 24%, el diputado libertario subió de 16% a 17%, mientras que el líder republicano creció de 13% a 16%. Tohá baja levemente y la ministra del Trabajo aparece empatada en el quinto lugar con Marco Enríquez-Ominami.
El gobierno es cortoplacista y estratégico. Nada malo en ello, siempre que sea en el contexto adecuado. Si tuvieran la misma visión de urgencia para resolver la crisis de seguridad, estarían siendo aplaudidos. Pero decidieron aplicar su astucia en lo único que podría haber esperado, e incluso haber rendido frutos a largo plazo. Podrían haber […]
El desafío de Melo no es menor. Mejorar la coordinación con el comité político, para tener una postura común frente a las eventuales crisis, es uno de ellos. Un punto a favor de Melo es su experiencia en políticas públicas. Cuando fue seremi de educación tuvo que sentarse a negociar con los profesores. Ahí manda […]
Es una paradoja que la izquierda chilena se empeñe en una ofensiva para destituir al fiscal Cooper porque estima que su labor perjudica sus intereses y que Donald Trump haga lo mismo con un juez federal por motivos similares: defender sus intereses políticos. Sin importar el daño que ese comportamiento inflinge a la democracia.
El senador RN acusó a su par Rafael Prohens de negociar con el PS ofreciendo la vicepresidencia de la Cámara Alta a cambio de apoyar a Felipe Kast (Evópoli), su contendor en la disputa por la testera.