Qué significa: En el Senado se vislumbra complejo que avance en enero el proyecto de indulto a presos por estar condenados o acusados de delitos en el 18-O, pues aún cuando de las conversaciones de Boric con parlamentarios han surgido tratativas para acotar la nómina de indultados o añadir medidas de reparación a locatarios comerciales afectados por los desmanes en torno al 18-O, varios senadores siguen oponiéndose producto de que tienen una postura de fondo contraria a que el Poder Legislativo interfiera en las decisiones del Poder Judicial. Los de Chile Vamos han mantenido su negativa -para ponerlo en tabla se requiere su anuencia-, y varios de la centroizquierda han transmitido que tienen severas dudas.
Lo que se dijo: Tras señalar en la campaña de segunda vuelta que no se puede indultar a quien saqueó una pyme o quemó una iglesia, Boric solicitó este lunes que se apruebe en enero el proyecto, pero Araya advirtió las complejidades de ello, al ser consultado por Ex -Ante.
Por qué importa: La aspiración de Boric de lograr un consenso antes de entrar a La Moneda le permitía librarse de un fierro caliente en el inicio de su período, pero el puzzle resulta complejo, pues si el proyecto pasa el filtro del Senado, será con enmiendas que dejarían fuera del indulto a casos de delitos más graves, por los cuales más han pujado las agrupaciones más duras que promueven indultar a los que denominan “presos de la revuelta”: en un escenario así, la presión a Boric podría continuar, haciendo difícil el propósito inicial de la iniciativa, de conseguir paz social tras el 18-O.
El candidato presidencial del FA dijo que, si bien rechazaba las amenazas del lonco de Temucuicui —que desafía a los poderes del estado—, era partidario de crear zonas “donde los mapuches puedan ejercer ciertos grados de autonomía”. Sus dichos revivieron las “autonomías de territoriales indígenas” de la disuelta Convención.
Este miércoles la Cancillería envió un mensaje a todos sus funcionarios con un manual de 22 páginas sobre lenguaje inclusivo y no sexista. Aquí el contenido del texto.
La embestida económica de Trump contra las universidad de élite son parte de una batalla cultural que viene desde hace décadas. El telón de fondo es que el sistema de educación superior en EE.UU. se ha convertido en un campo de batalla ideológico, donde la derecha y la izquierda buscan controlarla para sus propios fines.
En el lanzamiento de las primarias de la izquierda hubo cosas llamativas: la casi nula presencia de banderas del PS, la batucada por Tohá, el potente apoyo del PC a Jara y la barra brava de Gonzalo Winter. Los candidatos mandaron mensajes a la derecha.
“Cuando decimos que nadie está por sobre la ley, no es un eslogan: es una convicción que se traduce en acciones concretas y procesos judiciales efectivos”, señaló el Fiscal Nacional Ángel Valencia, horas después de que el gobierno pidiera explicaciones por las diligencias realizadas por el fiscal Patricio Cooper, que intervino el celular de Miguel […]